27 octubre 2020

Parques y Jardines acondicionará el tramo urbano del Huerva en la zona próxima a la entrada del Parque Grande y a lo largo de Manuel Lasala

Los trabajos, con un presupuesto de 40.462 euros, consistirán en la tala del arbolado en malas condiciones y con riesgo de caída, así como la eliminación de distintas especies “invasoras” y de rápido crecimiento


El Ayuntamiento de Zaragoza, a través de la Unidad de Conservación del Medio Natural del Servicio de Parques, Jardines e Infraestructuras Verdes, va a acometer a partir de mediados de noviembre el acondicionamiento de parte del tramo urbano del río Huerva, para la mejora del medio físico y natural en ese punto de la ciudad.

Se trata, fundamentalmente, de la poda o, en su caso, tala de arbolado de porte medio-grande en malas condiciones fitosanitarias, cuyo estado puede llegar a provocar daños futuros o tiene riesgo de caída. También de aquellos que provocan dificultades para el tráfico rodado y molestias o riesgo a los viandantes que pasean por estas zonas cercanas a la ribera en la ciudad. Además, debido a su proximidad al río, los árboles en mal estado pueden provocar taponamientos en el cauce, por la caída cruzada de troncos o ramas.

El tramo en el que se realizarán los trabajos va desde la esquina de entrada al parque Grande José Antonio Labordeta (cruce con el Paseo Isabel la Católica) hasta el puente sobre el Huerva Blasco del Cacho, junto al Paseo Mariano Renovales. Es decir, fundamentalmente en la margen izquierda del río Huerva a lo largo de la calle Manuel Lasala, lo que supone una longitud total de actuación de unos 300 metros de ribera.

La consejera de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca, explica que esta intervención "forma parte del compromiso del Gobierno de recuperar el verde de la ciudad, que por supuesto incluye las riberas de nuestros ríos, como elemento importante para la propia salud de la ciudadanía".

La consejera, también responsable del Servicio de Parques, Jardines e Infraestructuras Verdes, ha anunciado que estos trabajos tendrán luego una continuidad, ya que "vamos a completarlos con una posterior intervención del Instituto Municipal de Salud Pública, que podrá ahora reforzar los trabajos de limpieza, desratización y control de plagas en todo este entorno". Asimismo, está previsto continuar este tipo de actuaciones en otros tramos de ribera "abonados y deteriorados desde hace años".

 



Arbolado de rápido crecimiento pero de vida limitada

En los tramos urbanos la degradación se produce especialmente por el peligro que conlleva el estado, la edad de los árboles y su rápido crecimiento. Esto, unido seguramente a problemas fitosanitarios como consecuencia de la exposición a agentes externos contaminantes, puede provocar el acortamiento de la vida del arbolado y su decrepitud, según las especies. El caso de las olmedas, que forman parte del residuo seco que permanece en pie, su principal problema es la grafiosis, que ha afectado (y sigue afectando) a esta especie emblemática de nuestras riberas.

Otro de los problemas asociados a estos ambientes ribereños en las ciudades es la proliferación de especies invasoras, que tienen agua y nutrientes disponibles para asentarse y propagarse con rapidez. Es el caso de los ailantos. Quizá para el transeúnte ver la ribera verde densamente cubierta por especies como los ailantos pueda resultar agradable, pero lo cierto es que su "invasión" supone un deterioro de las mismas y un problema de difícil y costosa solución.



Chopos, pinos, enredaderas y arbolado seco

A lo largo de los 300 metros del tramo donde se planifican los trabajos hay varios ejemplares de chopo secos en pie. Los trabajos consistirán en el apeo controlado de los mismos, reducción mediante troceado de leñas y saca con grúa del río para posterior trasladado para su gestión. Además, la ribera se encuentra a una considerable profundidad respecto al nivel de calle, lo que ha provocado un rápido crecimiento de los pinos que se plantaron en sus taludes en busca de la luz. Actualmente hay varios ejemplares torcidos e inclinados que deben ser talados para minimizar el riesgo de caída. También se eliminarán olmos y chopos secos.

En esa zona hay también varias enredaderas, entre las que se ha identificado la viña del Tíbet (Fallopia baldschuanica) así como varios ejemplares de ailantos (pequeños y grandes, normalmente en grupo). Todas ellas están ampliando sus poblaciones y en ocasiones crecen lo suficiente como para ocupar parte de las aceras. Los trabajos consistirán en la corta y erradicación de los ejemplares y grupos de ejemplares que ocupen las aceras.

Los trabajos, cuyo presupuesto base de licitación fue de 45.302 euros, fueron adjudicados a la empresa Contratas Ancar S.L. por un precio final de 40.462 euros (IVA incluido). El plazo de ejecución es de dos meses.

Un río con más de siete kilómetros urbanos

El río Huerva, a su paso Zaragoza, tiene un primer tramo de urbano de unos 4,5 Km de ribera (desde la carretera de acceso al camino de la Fuente de la Junquera hasta el parque Grande), que conserva anchura de ribera y un ambiente diverso de huertas, pequeñas viviendas y colegios, que se mezcla con zonas ajardinadas: los Pinares de Venecia, el Canal Imperial... Desde la entrada al parque hasta su soterramiento en Gran Vía el río queda encajado y la ribera comprimida en un tramo puramente urbano de 1,3 km con fuertes taludes. Tras varios metros de trazado soterrado, el río vuelve a la superficie junto a la Avenida Cesáreo Alierta, donde finalmente recorre una distancia de 1,6 Km hasta su desembocadura en el río Ebro.

La vegetación presente a lo largo del recorrido es muy diversa, con una mezcla de especies naturales típicamente ribereñas (chopo negro, álamo, olmos, sauces, fresnos) y especies naturalizadas e incluso con cierto carácter invasivo (ailantos, acacias, viña del Tíbet, aligustre), así como especies implantadas directamente para contención de taludes y jardinería (pinos, moreras, higueras, etcétera).