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El Plan de Igualdad 2017-2020 del Ayuntamiento de Zaragoza ha entrado en la recta final de su elaboración. El borrador del proyecto se ha abierto a la participación de la ciudadanía, en una primera reunión que ha presidido esta tarde la concejala de Educación e Inclusión, Arantza Gracia, y en la que se ha convocado a todas las entidades empresariales, sindicales, culturales, asociaciones feministas, LGTBI y vinculadas a la lucha contra la violencia de género en la ciudad de Zaragoza.

En esta reunión se ha podido realizar una primera aproximación colectiva al borrador del Plan, que el Ayuntamiento ha redactado siguiendo las conclusiones del diagnóstico, que a su vez fue también elaborado con la participación de la sociedad civil en diversos foros entre los meses de abril a junio.

A partir de ahora, el Plan podrá ser enriquecido con las propuestas de todas las entidades y personas interesadas en participar, que podrán hacerlo en cuatro sesiones presenciales los días 22 de noviembre, 29 de noviembre, 13 de diciembre y 15 de diciembre (con doble convocatoria de mañana y tarde) y también a través de Internet. En concreto, cada una de las reuniones se centrará en dos líneas de trabajo específicas, para abarcar así los ocho ámbitos que definen los objetivos del Plan, que son los siguientes:

- Comunicación y Cultura para la Igualdad.
- Cuidados y Corresponsabilidad.
- Formación y Empleo.
- Empoderamiento y Participación.
- Violencia de género y violencias machistas.
- Diversidad afectivo sexual: LGTTBIQ.
- Vivienda.
- Hombres.

Los objetivos de los grupos de trabajo serán enriquecer las propuestas, aportar ideas nuevas y validar las medidas que finalmente conformen el Plan. Todo ello con el objetivo último de liderar, desde la Administración local, las políticas públicas dirigidas a eliminar las discriminaciones por razón de sexo y género.

Este II Plan de Igualdad de la Ciudad de Zaragoza (2017-2020) incorpora nuevas líneas de trabajo como la dirigida a las personas LGTTBIQ y a los hombres, o la relacionada con los problemas de vivienda a los que se enfrentan las mujeres víctimas de violencia y otros colectivos vulnerables. De esta forma, este Plan amplía la atención a la violencia de género a la diversidad de violencias machistas y supone un salto cualitativo importante respecto al primer Plan y a las acciones habitualmente dirigidas a mujeres.

Otra novedad importante es la decisión de configurar el Plan mediante una metodología más participativa que el anterior, mediante la incorporación de las personas en todas las fases del proceso incluidas las de decisión y cogestión, y no solo al final para manifestar su opinión. Esto supone un cambio desde la llamada democracia representativa a la participativa y un nuevo camino hacia la transformación de la realidad social, con mayor protagonismo de la ciudadanía.