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Zaragoza, martes, 2 de agosto de 2011.- El informe técnico encargado el pasado viernes a la Dirección General de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, por parte de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, para conocer el impacto de los trabajos de construcción de la segunda fase de la Línea 1 del Tranvía sobre restos arqueológicos soterrados en esa parte del trazado, constata la adecuada conservación de los mismos y la omisión de daños en el patrimonio. Un equipo de arqueólogos municipal ha supervisado veinte catas a lo largo del trazado, entre la Plaza de paraíso y el Torreón de la Zuda, y en ninguno de ellos ha detectado afección alguna sobre el bien arqueológico. El informe ha sido remitido para su conocimiento y estudio a la consejera de Cultura, Educación y Deportes del Gobierno de Aragón y a su Dirección General de Patrimonio, así como a los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento. A lo largo de la semana, se mantendrán además diversas reuniones para tratar el asunto. Hay que recordar que los trabajos de construcción del Tranvía son supervisados regularmente por una empresa especializada en restos arqueológicos localizados en el subsuelo, asumiendo la responsabilidad de garantizar el adecuado cumplimiento de la legislación vigente a este respecto. Además de confirmar la adecuada actuación sobre los restos arqueológicos, el informe técnico ha revelado la constatación de otros bienes patrimoniales no localizados con anterioridad como por ejemplo, un pretil de sillares de un puente del siglo XIX sobre el río Huerva a la altura de la Plaza de Paraíso o una conducción de agua conocida como "arbellón" a la altura de las murallas romanas, junto al Mercado Central. El consejero de Cultura y alcalde en funciones, Jerónimo Blasco, ha asegurado que "la ralentización de los trabajos de construcción de la segunda fase del Tranvía es algo que ya estaba contemplado en el calendario de actuaciones, previsto en el entorno de aquellos espacios con restos arqueológicos localizados, con el objetivo de garantizar lo que precisamente ahora avala el informe técnico: la adecuada conservación del patrimonio arqueológico". En cualquier caso, ha remarcado Blasco, "hay que desmentir que se haya producido ninguna paralización de ninguna parte de la obra, que la ralentización suponga un retraso temporal o un sobrecoste económico, o que se haya puesto en riesgo ningún resto de valor arqueológico. La construcción avanza al ritmo adecuado, bajo los parámetros previstos y con la escrupulosidad adecuada". El Tranvía, beneficioso para el patrimonio En este sentido, se ha insistido en los beneficios que reportará la implantación del Tranvía en la ciudad de cara a una mejor conservación del patrimonio arqueológico y artístico. "A todas luces, el tranvía va a resultar beneficioso para el patrimonio artístico de la ciudad, ya se encuentre éste en superficie -porque no contamina y por tanto se reduce de forma drástica el tráfico de vehículos privados y la emisión de gases contaminantes que afectan a fachadas y materiales-, como en el subsuelo -porque se disminuyen las vibraciones y la presión sobre el suelo ya que un tranvía sustituye en su capacidad de carga de pasajeros a un elevado número de camiones, autobuses y vehículos privados (el peso que soporta cada eje del tranvía es de 12 toneladas, las mismas que soporta el eje de un solo camión)-", ha explicado el consejero de Cultura y alcalde en funciones, Jerónimo Blasco.