03 marzo 2021

Los estudios sobre calidad del aire en el autobús y en el tranvía de Zaragoza avalan que el uso del transporte público no supone riesgos añadidos de contagio para sus viajeros

Dos equipos científicos han medido las concentraciones de CO2 en diferentes horarios y situaciones y han constatado que la correcta ventilación es determinante para mantener unos niveles adecuados
A las medidas de protección ya implantadas, como las ventanillas siempre abiertas, el uso de mascarillas y evitar hablar en voz alta, se están sumando otras de refuerzo, como la implantación de nuevos filtros de aire


Viajar en transporte público en Zaragoza no supone riesgos añadidos de contagio de COVID-19 para sus usuarios, siempre que se observen todas las medidas preventivas puestas en marcha, como la ventilación constante de los vehículos, el uso obligatorio de mascarilla, no elevar el tono de voz y mantener en lo posible una distancia entre usuarios.

Los estudios llevados a cabo a lo largo de las últimas semanas por dos grupos científicos distintos tanto en autobuses como en el tranvía avalan la hipótesis inicial de que viajar en transporte público en nuestra ciudad no implica un especial riesgo de contagio en comparación con otras actividades de la vida cotidiana.

Tal y como se indica en uno de los estudios, asociar los conceptos de "medición de concentraciones de CO2" y "riesgo de contagio por transmisión aérea del virus" exige tener en cuenta otros factores como el tiempo medio de exposición (aproximadamente, 7 minutos de media en el caso del tranvía) y la presencia de sistemas de purificación y filtración de aire implementados.

También deben ser consideradas las medidas preventivas complementarias para evitar el contagio por transmisión de aerosoles, tales como pueden ser el uso obligatorio de mascarillas y permanecer en silencio. En este sentido, el compromiso ciudadano es fundamental.

En el autobús urbano el estudio ha sido realizado por el Laboratorio de Combustión Industrial perteneciente al LIFTEC (Laboratorio de Investigación en Fluidodinámica y Tecnologías de la Combustión) de la Universidad de Zaragoza, encabezado por Javier Ballester, en el marco de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento.

En el caso del tranvía ha estado a cargo del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón, dentro del proyecto "CoviBlock". En concreto, ha sido realizado por Juan José Alba López, Marta Baselga Lahoz y Alberto  Jiménez Schuhmacher.

TRES LÍNEAS DE BUS ANALIZADAS CONDICIONES DIVERSAS

El estudio realizado en el autobús urbano ha analizado el nivel de CO2 que se alcanza bajo  distintas condiciones, tanto para ocupación controlada (un número determinado y alto de ocupantes), como en funcionamiento ordinario (número variable). El primer tipo de medidas permite determinar el nivel que se alcanza para una ocupación alta, así como evaluar el efecto de ciertos cambios en los ajustes de ventilación sin que al mismo tiempo se produzcan cambios en el número de pasajeros. Las medidas en funcionamiento ordinario tratan de obtener datos de niveles de calidad del aire bajo condiciones de operación realistas, que incluyen variaciones de ocupación entre distintos trayectos y distintos tramos de un cierto trayecto. Son, por tanto, análisis complementarios diseñados para intentar caracterizar la calidad del aire interior para el rango de casos que se han estudiado.

Se han analizado un total de 3 líneas de bus, seleccionadas por poseer una ocupación promedio alta: Circular 2, línea 33 y línea 38.  Las pruebas se han realizado en 3 modelos de autobús frecuentes en la flota de Avanza Zaragoza: 

  • Volvo 7900 de 12 metros.
  • Volvo 7900 articulado de 18 metros.
  • MAN Castrosua articulado de 18 metros

En todas las medidas que se llevaron a cabo bajo funcionamiento ordinario se contó con la presencia a bordo de varios investigadores del Liftec, que hicieron un recuento detallado de la ocupación en cada instante. También se anotó cualquier cambio de condiciones o evento que pudiese afectar a las mediciones. Cabe destacar que las mediciones se hicieron en distintos puntos en el interior del habitáculo; que se hizo un estudio específico de las condiciones en la cabina del conductor y con diversos ajustes de ventanillas y claraboyas.

Los resultados evidencian que, aunque es evidente la relación entre número de viajeros y concentración de CO2, lo que resulta determinante es la ventilación, ya que los datos mejoran considerablemente en todos los casos cuando todas las entradas de aire exterior están abiertas. Para las ocupaciones y vehículos analizados, con todas las ventanillas y claraboyas abiertas, en general la concentración de CO2 no ha superado niveles excesivos.

Del mismo modo, en la cabina del conductor, aunque un incremento de niveles de CO2 no se considere teóricamente de riesgo (puesto que procedería de la respiración de la misma persona), bastaron 15 e incluso 7 cm de apertura de la ventanilla del conductor para conseguir que el nivel de CO2  en la cabina se encuentre por debajo del que existe en la zona delantera del autobús.

IMPLANTACIÓN DE MEDIDAS COMPLEMENTARIAS EN EL BUS

A la vista de los resultados en el autobús urbano, el Ayuntamiento de Zaragoza y Avanza han estipulado que todas las ventanillas y claraboyas de los vehículos permanecerán siempre abiertas.

Para garantizarlo, los equipos que se encargan de la desinfección diaria abren todas las ventanas al finalizar su trabajo (contribuyendo también a que se evaporen los productos químicos utilizados), de modo que los vehículos las llevan siempre abiertas cuando salen de cocheras. Además, durante el servicio, los conductores tienen la instrucción de revisar que permanecen abiertas cuando llegan a terminal. 

Como medida de refuerzo dirigida a la ciudadanía, se están colocando pegatinas indicativas de la prohibición de cerrar las ventanillas en cada uno de los vanos de los autobuses.
 


En cuanto a los equipos de aire acondicionado, ya está en marcha la sustitución de mantas filtrantes del tipo G4 por otras M5 que mejoran el filtrado del aire en un 50 por ciento respecto al modelo anterior. Actualmente un tercio de la flota ya dispone de este sistema de filtrado.

Por indicación municipal, Avanza continúa trabajando, además, en la implantación de nuevos sistemas que permitirán disponer de información sobre los aforos en tiempo real de los vehículos, para conocer en cada momento cuántas personas viajan y la capacidad disponible. Destaca un sistema de conteo a través de cámaras que detectan el número de pasajeros de desciende del vehículo. Ese dato, unido al que proporciona el módulo de billetaje cuando el usuario accede al autobús, proporcionará la cifra total de pasajeros que se encuentran a bordo, que el conductor podrá ver en su pantalla en todo momento.

En cada vehículo se colocan dos cámaras, una sobre cada puerta trasera. De momento, se han instalado en alrededor de 200 vehículos, y el sistema operativo se ha configurado ya en 70 de ellos. El sistema está actualmente en fase de calibración para realizar todos los ajustes necesarios. La previsión es aplicar el sistema a la totalidad de la flota.

CASI 300 TRAYECTOS COMPLETOS ANALIZADOS EN EL TRANVÍA

En el tranvía se han obtenido registros de niveles de dióxido de carbono comprendidos en un periodo de 53 días, habiéndose monitorizado -en ese periodo- cerca de 300 trayectos completos (ida y vuelta).

Teniendo en cuenta todos los factores aludidos en el inicio de esta nota de prensa (tiempo de exposición, sistemas de filtrado y medidas complementarias), el estudio en el tranvía indica que puede considerarse preliminarmente que los registros obtenidos de "incremento de CO2" no representan un entorno de alto riesgo de contagio por aerosoles, aunque existe un margen de mejora que debe aprovecharse a través de las acciones propuestas, especialmente en las zonas y momentos donde se produce la mayor ocupación del tranvía (fundamentalmente, en el tramo central de su recorrido, entre Gran Vía y Chimenea).

Se instalaron un total de 8 sensores fijos y otros dos sensores fueron utilizados como dispositivos móviles para verificar posibles desviaciones de las medidas en el interior del tranvía, incluida la estratificación en altura. El objetivo era obtener mediciones realistas y uniformes, representativas del nivel de exposición experimentado por un usuario medio, sin correr el riesgo de que la medición fuera alterada como consecuencia de la exhalación directa de los pasajeros.

NUEVOS FILTROS EN TODOS LOS CONVOYES

A la vista de las mediciones, en Los Tranvías de Zaragoza se van a poner en marcha nuevas medidas, que se suman a las ya implantadas:

Se está llevando a cabo, desde esta semana, el cambio, en las 21 unidades del tranvía de filtros PM2,5 70%, que suponen una importante mejora en la capacidad de filtración de pequeñas partículas, en los equipos de ventilación y aire acondicionado.

Ya se han instalado, además, pegatinas en todas las ventanillas practicables, indicando que éstas deben permanecer siempre abiertas.

Esta misma semana también se están llevando a cabo pruebas para la modificación de la recirculación del aire en el interior del tranvía, con la implementación de un sistema  que  permite una mayor incorporación del aire exterior. La construcción del prototipo para la mejora del retorno comenzó el 15 de febrero y concluyó el 19. Las pruebas en el tranvía están realizando esta semana y la instalación en toda la flota se desarrolla desde el 26 de febrero al 12 de marzo.