Se acerca la Navidad

En 1923, el alcalde, preocupado por la salud de los ciudadanos, dicta unas reglas, para la elaboración de turrones y mazapanes

El 17 de noviembre de 1923, el alcalde de Zaragoza, ante la proximidad de las fiestas en las que el consumo de turrones, mazapanes y otros dulces se incrementa, dicta unas reglas de seguridad alimentaria, fundamentales para la salud pública.

Estas reglas tienen en cuenta un Real Decreto de 1920 en el que se detallan las materias alimenticias permitidas en la elaboración de turrones. En el etiquetado del turrón, se debe hacer constar las denominaciones, expresando de manera clara su condición y todos sus componentes. Debe incluir también el nombre y la dirección del fabricante y no se permite la adición de sustancias antisépticas ni conservadoras.

En los mazapanes detalla claramente sus ingredientes, que solo pueden ser almendras dulces y azúcar. Se admite el mazapán de yemas y de frutas, pero sus ingredientes no pueden ser más que frutas y yema de huevo.

Regula también la composición de las mermeladas. Designa con este nombre al preparado obtenido con la mezcla de frutas frescas con azúcar. No se permite añadir sustancias extrañas que contribuyan a su viscosidad, ni la adición de más de un ocho por ciento de zumo de manzanas. Tampoco se acepta usar en ellas antisépticos ni conservadores.

Finaliza el texto avisando que para el riguroso cumplimiento de estas disposiciones, los agentes de la autoridad ayudaran en la inspección al Laboratorio municipal. Advirtiendo que se procederá al decomiso de los productos y que se aplicarán las sanciones previstas en la ley.