24 mayo 2018

El alcalde de Zaragoza reconoce el rico patrimonio de la Escuela de Violeros

El centro enseña la construcción artesanal de instrumentos de cuerda góticos, renacentistas y barrocos de raigambre ibérica

Fernando Rivarés ha solicitado la declaración de BIC a esta escuela, como 'un patrimonio inmaterial de excepcional relevancia cultural'

Estos artesanos, cristianos y mudéjares, tenían instalados sus talleres en los alrededores del barrio de San Pablo

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, y el consejero de Economía y Cultura, Fernando Rivarés, han visitado la Escuela de Violeros de Zaragoza, dedicada a enseñar la construcción artesanal de instrumentos de cuerda góticos, renacentistas y barrocos de raigambre ibérica.

El alcalde ha valorado el legado de los Violeros de Zaragoza como un patrimonio inmaterial de excepcional relevancia cultural, por su importante proyección internacional durante el siglo XV y por la innovación al construir los instrumentos.

Desde finales del siglo XIV y hasta bien entrado el XVI, los violeros aragoneses desarrollaron una intensa actividad de proyección internacional. El número de personas que se dedicaban profesionalmente a esta actividad de fabricación artesanal de instrumentos (violas y guitarras, principalmente) en los siglos XV y XVI se concentraba, a nivel europeo, en varias ciudades españolas, entre las que Zaragoza ocupaba el puesto preeminente.

Fernando Rivarés ha solicitado al Gobierno de Aragón que se declare el legado de la Escuela de Violeros como Bien de Interés Cultural, una petición que fue presentada por la Mesa Sectorial del Patrimonio del Consejo de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza. "Estas enseñanzas ya son conocidas en el mundo científico y ahora deben convertirse en referente internacional en otros ámbitos. Es importante reconocer, en el territorio, el prestigio del artesano instrumentista aragonés", ha expresado Rivarés.

Estos artesanos, cristianos y mudéjares, que construían instrumentos de cuerda, tenían instalados sus talleres en los alrededores del barrio de San Pablo en Zaragoza. Es el caso de la familia Moferriz (el padre fabricaba claviórganos y sus hijos se hicieron posteriormente violeros), los Albariel o Miguel de Terradas, entre otros. Estas familias tomaron el testigo de la tradición de los maestros árabes, quienes dejaron una impronta muy importante en la decoración mudéjar de los instrumentos.

Desde 2015, la Escuela de Violeros de Zaragoza trabaja para recuperar ese espíritu artístico, siguiendo la tradición de construcción de instrumentos de cuerda góticos, renacentistas y barrocos de raigambre ibérica. Impulsada por MusLyraMus, utilizan, únicamente, técnicas y procesos artesanales. Actualmente ofrecen cursos de vihuela de mano, vihuela de arcos, arpas ibéricas (medieval, renacentista y barroca) y de guitarra española.

Además, organizan clases magistrales, conciertos y otras actividades culturales en colaboración con diferentes museos que custodian instrumentos musicales, con el objetivo de ensalzar la música antigua y sus intérpretes y acercar a la ciudadanía este patrimonio.