30 diciembre 2016

Ya disponibles las conclusiones de las Jornadas Caminando hacia una Red Europea de Ciudades por la Agroecología


Los pasados días 13 y 14 de diciembre se han celebrado en Zaragoza las Jornadas Caminando hacia una Red Europea de Ciudades por la Agroecología’, un evento internacional organizado por el Ayuntamiento de Zaragoza en el marco del programa Huertas Life Km 0. En las Jornadas se dieron cita representantes de distintas ciudades interesadas en constituir esta red y, también, expertas/os y miembros de ayuntamientos, organizaciones y movimientos sociales implicados activamente en el desarrollo de experiencias de agroecología urbana. Las jornadas han desarrollado un doble objetivo, por un lado, generar un espacio abierto de encuentro, intercambio, debate y reflexión entre las ciudades que apuestan por la agroecología y la soberanía alimentaria y por el otro, iniciar la Red Europea de Ciudades por la Agroecología, con la celebración de dos talleres específicos para las ciudades y personas directamente implicadas. LifeHuertas

A lo largo de los dos días de bate y talleres, una vez establecido un marco de debate en torno a Nuevas políticas y nuevos modelos de gestión del sistema agroalimentario de las ciudades, se fueron desarrollando numerosos temas articulados en cinco paneles de experiencias, que abarcaron temas como la revitalización de los tejidos agrarios periurbanos, las redes alimentarias locales, el acceso a la tierra y la protección de usos agrarios del territorio, la gobernanaza alimentaria y, finalmente, la creación de redes para la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios locales.

Las conclusiones de las Jornadas fueron elaborándose a  o largo de todo el proceso, pero pueden resumirse en el trabajo colaborativo desarrollado en los dos talleres participativos. El más importante de ellos, ya que marca el inicio de la Red Europea de ciudades por la agroecología, se sintetiza en unas pocas frases que fueron leídas en el acto de clausura:

Las ciudades reunidas en Zaragoza han tomado la decisión de avanzar hacia una Red Europea de Ciudades por la Agroecología. El desarrollo de esta Red se va a compartir  entre todas las ciudades participantes, que ya han dado paso para convocar nuevos encuentros y reuniones e incorporar nuevas ciudades. En la misma línea, se va a comenzar de inmediato el intercambio de experiencias y la formación de grupos temáticos de trabajo, centrados en aquellas cuestiones que más interés despertaron entre las ciudades participantes. la reducción de los excedentes de alimentos y la economía circular, la creación y coordinación de infraestructuras de distribución y logística para mejorar la sostenibilidad alimentaria, el impulso a la planificación territorial y la protección de los recursos agrarios del territorio, la elaboración de planes estratégicos alimentarios, la creación de consejos alimentarios locales, la puesta en marcha de iniciativas de compra pública sostenible y el fomento de nuevas relaciones entre los gobiernos municipales y la sociedad civil.

Los miembros de la red serán principalmente las ciudades y aquellos movimientos sociales cómplices en el impulso a las políticas agroecológicas. No obstante, la red se plantea lo suficientemente abierta y flexible para que puedan participar todos aquellos agentes que contribuyan a avanzar en sus objetivos. Dicho esto, existe una clara viocación de coordinación e incluso integración en otras redes para el fortalecimiento y desarrollo de las iniciativas ya existentes. En definitiva, las ciudades van a tratar de ser eficientes, compartir y aprovechar los recursos, cooordinarse con otros eventos y reuniones, desarrollar proyectos en común y buscar recursos para continuar trabajando. Pero, sobre todo, la pretensión es construir una red eminentemente práctica y útil para las ciudades que alijan la agroecología como vía para desarrollar políticas de alimentación sosotenible y salud. Este planteamiento de las ciudades se complementa con el apoyo y el trabajo de la sociedad civil. El segundo de los talleres que marcan las conclusiones de esta jornada, recoge también las propuestas y necesidades que los participantes en las jornadas expresan ante las ciudades y que pueden sintetizarse en unas pocas conclusiones.

Los participantes planteana las ciudades, en primer lugar, el apoyo a las Redes alimentarias locales y lkos circuitos cortos de comercialización, consolidando la figura de los mercados agroecológicos locales y de venta directa como seña de identidad de las ciudades de la Red, destacando sus muchos valores (sociales, comunitarios, identitarios, pegagógicos, etc.9 para ayudar al necesario cambio de escala que haga masivo este modelo alimentario. Además, estas ciudades deberían poner en marcha procesos de concertación social para definir las estrategias agroecológicas locales. Una última cuestión en este tema es el apoyo decidido a los productores locales, que debe materializarse tanto en el acceso a infraestructuras públicas y como en el impulso a la comercialización, distribución, formación y posicionamiento en el mercado. Otro aspecto clave consiste en la Revitalizació de tejidos agrarios periurbanos, buscando fórmulas para reconectar los mundos rural y urbano, fomentando la comunicación entre ambos y avanzando hacia ubna cultura del territorio. Los alimentos pueden recosntruir las identidades de lo rural y ser un perfecto vínculo para conectar con lo urbano. Además las ciudades deben buscar fórmulas para integrar a los movimientos sociales, apoyando el trabajo en red a diferentes niveles: europeo, estatal, regional, local. Los gobiernos locales deben avanzar hacia modelos de administración que superen su rol normativo e inspector y trabajen para acompañar los procesos y necesidades de la sociedad civil. En este caso en concreto, este avance debe traducirse en la puesta en marcha de políticas alimebtarias transversales que incidan en todas las áreas (salud, energía, residuos, acceso a la tierra, agua, paisaje, etc), cuidadando también que los conceptos clave, como el término "agroecología", no se banalicen o se vacíen de contenido debido a un uso inapropiado. No se puede olvidar, en estas conclusiones, el acceso a la tierra y la protección de los usos agrarios del territorio,promoviendo planes urbanísticos y de gestión que incorporen los modelos agroecológicos e instando a las ciudades a que fomenten políticas que conserven y reconquisten los espacios agrarios perirubanos. Los mecanismos de planificación y gestión deben favorecer fórmulas participativas de acceso a la tierra, dando el protagonismo a las organizaciones de agricultores y agricultoras que luchan por este modelo. ellos son el alma de estas iniciativas, y resulta imprescindible generar procesos de apoyo, recambio y acompañamiento a los agricultores en vías de transformación a modelos agroecológicos. Y como último punto

os.Y como último punto, y cierre también de estas conclusiones, la red debe partir de e incorporar mecanismos de participación activa de otros tres colectivos fundamentales: consumidores, productores y representantes de movimientos sociales. Es importante avanzar hacia modelos de gobernanza alimentaria basados en procesos participativos, políticas locales alimentarias y redes para la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios locales. La propia red de ciudades debería servir como paraguas para garantizar la continuidad de estas políticas urbanas a lo largo del tiempo,  independientemente de avatares políticos o de personas, e incluso servir como fermento para generar una red estatal de ciudades agroecológicas.

Las primeras valoraciones apuntan a que las jornadas han sido un gran éxito de organización y participación, con más de 20 ponentes de 7 países, 150 participantes, presencia de instituciones internacionales como la FAO, el Pacto de Milán, las redes Città del Bio y Sustainable Food Cities Network, una nutrida presencia de movimientos sociales de España y más de 15 ciudades iniciando esta nueva red. Pero más allá de estas cifras significativas, las jornadas de Zaragoza vienen a consolidar el papel clave de las ciudades en la alimentación, la salud y la sostenibilidad de los ciudadanos, un papel en el que la ciudad de Zaragoza es, a la vez, impulsora y protagonista.