17 julio 2012

La FEMP premia la labor del proyecto de Voluntariado Ambiental en el Galacho de Juslibol

El II Concurso de Grupos de Voluntariado+Biodiversidad ha reconocido este programa por su labor en la transformación y mejora de la diversidad en este espacio natural, así como por su trabajo de educación y sensibilización El Programa, que comenzó en el año 2000 y recibe el apoyo de Caja Inmaculada, ha contado desde su inicio hasta hoy con más de 500 voluntarios
Zaragoza, martes, 17 de julio de 2012.- La Federación Española de Municipios y Provincias ha concedido al programa de Voluntariado Ambiental en el Galacho de Juslibol del Ayuntamiento de Zaragoza el premio al mejor proyecto de Voluntariado+Biodiversidad 2012 del Concurso que convoca anualmente y que va dirigido a Entidades Locales que trabajan en coordinación con grupos de voluntarios en la defensa, promoción y difusión de la biodiversidad. Junto a Zaragoza han sido reconocidos y premiados los programas realizados en los municipios de Motril, Monleras (Salamanca), Fuerteventura y Tenerife. El premio supone un nuevo reconocimiento a este proyecto medioambiental liderado desde el año 2000 por el Ayuntamiento de Zaragoza a través de su Gabinete de Educación Ambiental, que ha contado además, desde sus inicios, con la colaboración y el apoyo económico e institucional de Caja Inmaculada. Se calcula que más de 500 personas han participado en el programa desde su inicio hasta hoy. Entre las labores desarrolladas por estos voluntarios destacan las de información, mantenimiento, protección y potenciación de la biodiversdidad en el ámbito de este espacio natural, y más concretamente las siguientes: 1.- Puesta en valor de las plantas de la zona esteparia Los voluntarios desarrollan un trabajo de mantenimiento, señalización e información sobre la importancia y valor de las plantas de la zona esteparia, aprovechando un jardín de plantas esteparias situado junto al Centro de Visitantes. 2.- Sensibilización sobre especies invasoras y control de algunas de ellas Las especies invasoras constituyen un problema creciente en los espacios naturales. A través del Programa de Voluntariado se han capturado, por ejemplo, ejemplares de galápago de Florida, un galápago que se puede comprar fácilmente en comercios dedicados a la venta de mascotas y cuya suelta en espacios naturales, puede constituir un problema importante ya que compiten con especies autóctonas como el galápago leproso o el europeo. También se ha realizado captura de peces, especies exóticas introducidas en el Ebro para la pesca deportiva y que en la actualidad también generan problemas importantes, removiendo fondos, eliminando vegetación acuática, depredando puestas de anfibios, etc. Asimismo, acacias, álamos o fresnos de hoja ancha son algunas de las especies que forman parte de antiguas repoblaciones y que suponen en la actualidad un problema en el Galacho ya que compiten con especies autóctonas y producen hibridaciones con especies autóctonas. Por este motivo se ha procedido a cortar algunas de estas especies y el programa de voluntariado colabora con los técnicos municipales en dicha tarea. 3.- Potenciación de las aves del Galacho El Galacho de Juslibol constituye un espacio de indudable interés para las aves. La confluencia de varios ecosistemas (escarpe, estepa, lagos, galacho, ríos, huerta, etc.) favorece esta biodiversidad. Por ello, la participación de la población voluntaria puede contribuir a su potenciación y valoración. Desde el 2004, a través del grupo de Fomento de la Avifauna, se llevan a cabo actividades de construcción, seguimiento y control de diversos modelos de cajas nido, con el objeto de favorecer la presencia de pequeñas aves insectívoras (que actúan como control de plagas) y dando a conocer a la población la importancia de los pequeños pájaros insectivoros. En invierno, época de menor recursos alimenticios para las aves también se colocan comederos para las aves. Uno de los aspectos más valorados y reconocidos del programa es su capacidad para servir a la vez de instrumento de educación y sensibilización de los voluntarios que participan como de los visitantes que acuden al propio Galacho. Cualquier persona mayor de edad puede participar en el programa, ya que no se exige experiencia previa. El único compromiso que se exige es dedicar un mínimo de siete jornadas de trabajo voluntario (de cuatro horas cada una) a lo largo del año (en dos periodos, de marzo a junio y de septiembre a noviembre). El perfil de la persona voluntaria es urbana, residente en la ciudad de Zaragoza, joven (con una edad que se encuentra en el intervalo de los 18 a 30 años), con un alto grado de nivel de estudios (el 81% tiene estudios medios y superiores), y que conoce el espacio natural en el que va a realizar la actividad. Existe una mayor rotación de las mujeres y una presencia más constante de los hombres, con la aparición de un sector de personas varones mayores de 50 años (prejubilados) con alta disposición de tiempo libre e interés en las actividades que se desarrollan en el Galacho. Un espacio natural único El Galacho de Juslibol, último meandro abandonado, fue formado por el Ebro en 1961, cuando se produjo la mayor crecida del siglo XX, por lo que constituye un testigo del dinamismo fluvial en el valle medio del Ebro. El espacio natural comprende 115 hectáreas de extensión y fue adquirido por el Ayuntamiento de Zaragoza en 1985 y constituye un espacio singular dentro del municipio de Zaragoza; una pequeña área de interés paisajístico, ecológico y cultural, cuya importancia se hace mayor por su situación, a muy pocos kilómetros de una gran ciudad. Su ubicación en la confluencia de los ecosistemas del río, el escarpe de yesos, la estepa y la huerta, hacen de este espacio un lugar de máximo interés desde el punto de vista de la biodiversidad.