09 diciembre 2015

Artesanía exclusiva y original


Laura Latorre (El Periódico de Aragón)

La Feria de Artesanía de Aragón se ha convertido en los últimos años en una cita clásica en las vísperas navideñas de Zaragoza. En esta XXXII edición, 97 talleres artesanos ofrecen sus productos hasta el día 13.

María José González de Artesanía Mayo, trae desde León sus productos hechos de cuero: pulseras, brazaletes, carteras o cinturones. "El público va buscando piezas más exclusivas, funcionales, cosas que no se van encontrando en otros lugares", opina González. Los compradores aragoneses "buscan originalidad. Aquí el público es muy amable pero sabe lo que quiere: es él el que observa y decide más que pedirte consejo", cuenta. Lo más solicitado en el estand del taller de Bernad de la Cal, situado en el pasillo central, son "los anillos y los pendientes con piedras naturales", según explicaba María Victoria Zambrana. "La feria está yendo bien, flojica pero animada. Parece que hay bastante gente", cuenta.

Los productos textiles también son un clásico en esta feria: desde ropa para niños hasta piezas de seda. Rosa María Tejedor viene de Lérida y vende bufandas, gorros, cuellos y ponchos. "Es el primer año que vengo. Ayer (por el lunes) fue una locura, había muchísima gente y fue muy bien la venta", reconocía. Lo que más está vendiendo son "gorros y cuellos". Los precios de sus productos oscilan entre los 20 euros de los gorros hasta su "producto estrella, pero que cuesta vender, que son los chales de seda natural que cuestan 150 euros".

Entre los visitantes, muchos habituales de la feria. Manuel Alfonso había acudido a ver la alfarería de Ansó y a encargar unas tazas y Mari Carmen Guiral era la segunda vez que entraba a la Multiusos. "He comprado una carterita de cuero y una serigrafía", contaba Marisa Munguita, que visita cada año la feria a la que va a "disfrutar y autorregalarme. Me gusta que está todo hecho a mano y todo es exclusivo y artístico", decía. Uno de los estands que más miradas atraían era el de Jesús Sanz con esculturas de cerámica de diversas profesiones. "Nos dicen que son muy caricaturescos, gustan bastante", señalaba Mario Sanz, hijo del dueño.

La proximidad de las fiestas navideñas influye también en la venta. María Teresa Lacasta, dueña de un taller de cerámica tradicional, vende sobre todo "detalles navideños". Incide en que tras unos años con menos venta este año va "un poquito mejor".

La feria ofrece también talleres en los que los artesanos muestran su oficio a los visitantes.