Cultura

 

Tras 52 años de actividad, la sala de arte Barbasán, en la calle Don Jaime, cerró sus puertas a finales del año pasado, "por las circunstancias", reconoció Antonio Abad, director del Servicio Cultural de la Fundación Caja Inmaculada. Y es que la sala necesitaba "una actualización porque, los artistas me entenderán, las paredes eran de formica y los cuadros se colgaban con un riel e hilo de pescar"; además, el diseño del edificio no permitía la instalación de "ascensores para personas con movilidad reducida". Así que, ante unas "reformas de tal calibre", señaló Abad; se decidió el traslado.

 

El periodista Luis García Bandrés, que también fue pintor "y expuse en la Barbasán", explicó que en un principio la sala estuvo en el Paseo Independencia. El cambio se realizó cuando las oficinas centrales se trasladaron a la actual sede. Como anécdota, recordó que fue la Barbasán la que, en lugar de catálogos, "se realizaba una serigrafía, a cargo de Pepe Bofarul, y que en su anverso aparecía el currículum de los autores, que no era mucho".

 

La mudanza la hacen "con nostalgia" pero con la satisfacción de que el "proyecto continúa", dijo Abad, a lo que García Bandrés añadió que suponía "una resurrección" porque en el Centro Joaquín Roncal el número de visitantes "se multiplicarán", ya que se trata de un lugar donde convive lo cultural y lo social.

 

La exposición que hasta el 31 de enero puede verse en el Centro Joaquín Roncal muestra la obra de 40 artistas aragoneses o residentes en Aragón que fueron jóvenes artistas y que expusieron sus trabajos en la antigua CAI Barbasán en los últimos diez años. Es "un hito", ya que reúne a una "cierta generación" de autores, cuyo único punto en común fue que dieron sus primeros pasos como artistas en la sala zaragozana y que "han querido acompañarnos ahora" cediendo una obra actual.

 

Georges Ward es uno de los participantes en Mudanza. El pintor, realista aunque se acerca también el simbolismo con un toque de realismo, expuso en el 2010 en la CAI Barbasán Paisajes en Aragón, una muestra que "impulsó su carrera"; de hecho, luego volvió ya como artista consolidado en la CAI Luzán. Junto a él, se exponen cuadros de otros 39 artistas, como Alejandro Cortés, Rubén Enciso, Fombuena, Kumiko Fujimura, Paco Lafarga, Ana Maorad, José Moñú, Susana Sancho, Beatriz Villegas, Juan Zurita o Eduardo Lozano.

 

Se da la casualidad, que una discípula de este último, inaugurará la nueva andadura del centro en cuanto a la promoción de jóvenes artistas. A partir de junio se podrán ver los trabajos de Pilar Álvarez, que agradeció "la oportunidad de exponer". Su obra, todavía en proceso de creación, es "figurativa" pero también incluye retratos. La clave será "el color", "al que le voy a dar bastante importancia con una línea expresiva con tendencia al fobismo". Y es que tras un viaje a Marruecos descubrió los pigmentos del color y sintió la necesidad de abandonar los tubos para "crear sus propios colores" y de paso otras texturas.