Educación y Cultura

Visita guiada a la Planta Potabilizadora de Casablanca


Descripción

La visita a la estación de tratamiento del agua potable, permite conocer el Ciclo del Agua Urbano profundizando en el proceso de potabilización y distribución del agua hasta nuestro grifo. Se dan las explicaciones básicas, con diferentes visualizaciones de la instalación, procesos de potabilización y de la red de distribución del agua potable.

Hay un posterior recorrido por la planta potabilizadora, incluyendo la planta de recuperación de agua.

Con estas visitas se pretende informar de la importancia de las infraestructuras y procesos necesarios para tener el acceso al agua potable con la calidad y condiciones adecuadas. Igualmente se insiste en la necesidad de un uso racional y sostenible del agua.

Horario: De 9 a 13 h.Duración  aproximada de 1 h y 30 minutos.

 

Requisitos

 

Formas de tramitación


Correo

Dirección

Proceso

Indicando los datos de contacto de la persona responsable (colectivo, nombre, teléfono y correo electrónico de contacto), fechas de solicitudes de visita y horario de preferencia (sesión de 9:00 ó de 11:30 h).

Preguntas Frecuentes

  • Actualmente la potabilizadora dispone de tres fuentes de abastecimiento, el Canal Imperial de Aragón, el embalse de Yesa y un sistema alternativo del río Ebro a su paso por Zaragoza.

    La fuente de abastecimiento tradicional ha sido el Canal Imperial de Aragón, construido en el siglo XVIII, que capta las aguas del río Ebro a la altura del término municipal de Fontellas en Navarra en un punto denominado el Bocal, a unos 80 km de Zaragoza.

    Desde 2009 disponemos además de otra fuente de abastecimiento que es el embalse de Yesa del río Aragón, agua del Pirineo de mejor calidad. El agua circula a través de diferentes canalizaciones, como el Canal de Bardenas, acequia de Sora y una tubería enterrada que termina en los depósitos de la margen derecha del Canal Imperial de Aragón.

    Desde mediados del siglo xx disponemos de un bombeo directo desde el río Ebro para suplir los cortes del Canal Imperial. La instalación actual está situada a orillas de río junto al Parque Deportivo Ebro (Parque Sindical) aguas arriba del barrio de la Almozara.

  • No se ha establecido límite para este parámetro ya que la Organización Mundial de la Salud determina que tanto si la dureza del agua es alta o está en valores bajos no se produce ningún efecto pernicioso para la salud de las personas.
  • El agua que procede del Canal Imperial se toma del tramo medio del río Ebro, y tiene unas características típicas de una región de terrenos calcáreos. Incorpora sales de calcio y magnesio de los terrenos que atraviesa.

    La utilización del agua de Yesa disminuye la dureza del agua de consumo.

  • Controla la calidad del agua el Instituto Municipal de La Salud Pública. Recoge todos los días muestras de diferentes puntos de la red y depósitos de distribución para comprobar que cumplen todos los parámetros establecidos en el RD140/2003. Existe también un tercer nivel de vigilancia en el grifo del consumidor.

    Además, la Planta Potabilizadora cuenta con su propio laboratorio, en el que se realizan análisis de más de 53 parámetros, muchos de ellos en análisis continuo en el tiempo.

  • La Planta Potabilizadora para el abastecimiento de agua potable a la ciudad de Zaragoza está situada en el barrio de Casablanca, en la margen izquierda del Canal Imperial de Aragón. Se conoce como Planta Potabilizadora de Casablanca. Su dirección es Vía Hispanidad 45-47.
  • Es una instalación que capta agua bruta (en el caso de Zaragoza de aguas superficiales), y la trata para su transformación en agua potable, a través de unos procesos físicos y químicos.

    Los procesos básicos en la Planta Potabilizadora de Zaragoza son: Desbaste, precloración, coagulación-floculación (decantador acelerator), filtración con lecho filtrante (carbón activado) y desinfección (cloración).

  • La dureza del agua indica el contenido en compuestos minerales, en particular de sales de calcio y magnesio que hay en una determinada muestra de agua.

    Aunque otros minerales como el estroncio, hierro y manganeso, también contribuyen al endurecimiento del agua, lo hacen en menor grado, ya que generalmente están disueltos en pequeñas cantidades.

    Las aguas con un alto contenido en calcio y magnesio se consideran duras mientras que las que tienen un contenido bajo se consideran blandas. Esto depende de la geología del terreno de donde proceden, las aguas duras se encuentran en áreas con geología calcárea, cuando el agua circula a través del terreno incorpora los carbonatos de calcio y de magnesio. Si el terreno es granítico, como en Galicia por ejemplo, las aguas son blandas.

  • El cloro es el desinfectante de agua más utilizado en el mundo, por su efectividad y fiabilidad para eliminar todo tipo de microorganismos nocivos que puedan contener el agua, las tuberías de suministro o los depósitos de almacenamiento. El cloro que se añade al agua de consumo humano es una dosis mínima de garantía sanitaria –marcada por la legislación – no perjudica la salud de las personas. En la planta potabilizadora se utiliza hipoclorito sódico como reactivo desinfectante.
  • Un efecto muy visible en aguas de distinta dureza (un agua "dura" y un agua "blanda") es su diferente comportamiento ante la adición de jabón. En presencia de la misma cantidad de jabón, la aparición de espuma es mucho menor si se trata del agua “dura”, ya que el calcio y el magnesio reaccionan con los compuestos que forman el jabón y dejan de ser efectivos, con la consiguiente necesidad de añadir más cantidad de jabón si nos encontramos en este extremo.

    El efecto más conocido en lugares en los que el agua de abastecimiento presenta una elevada dureza es la formación de incrustaciones calcáreas (comúnmente denominadas como cal).

    Es importante conocer la dureza del agua de abastecimiento de nuestra localidad, ya que ese dato nos permite ajustar el funcionamiento de determinados electrodomésticos que ofrecen dicha posibilidad (sobre todo lavadoras y lavavajillas). Esta regulación previa del aparato permitirá un mejor funcionamiento y mayor duración del electrodoméstico.

  • A partir del valor 5000 (µS/cm a 20°C) el agua no es apta para el consumo y por encima de 2500 aún siendo apta es necesario tomar medidas correctoras.
  • Es uno de los parámetros que determina la cantidad de sustancias inorgánicas disueltas en una muestra de agua, nos indica la concentración en sales. Es uno de los parámetros que se consideran representativos de la calidad del agua.

    La utilización del agua de Yesa disminuye los niveles de sales disueltas en el agua de consumo.

  • Existen diferentes clasificaciones de las aguas en función del grado de dureza.

    Escala Merck:

    • 0-79 mg CaCO3/l : agua muy blanda
    • 80-149 mg 0-79 mg CaCO3/l : agua blanda
    • 150-329 mg CaCO3/l : agua semidura
    • 330-549 mg CaCO3/l : agua dura
    • más de 550 mg CaCO3/l : agua muy dura

    La dureza también se puede expresar en grados franceses °f H.

    La equivalencia es 1 °f H = 10mg de CaCO3/l

  • Teniendo en cuenta que el cloro desaparece en función del tiempo de residencia en el agua y de la temperatura, entre otros factores, su nivel se controla en toda la red de distribución. De este modo, si durante el recorrido hasta los hogares de los consumidores, el nivel de este componente es inferior al límite indicativo establecido, desde la propia red de distribución se dosifican pequeñas cantidades de cloro (recloraciones) para garantizar la calidad sanitaria del agua.
  • La Organización Mundial de la Salud señala que, en las concentraciones establecidas por la legislación vigente (RD 140/2003 de 7 de febrero), el cloro es totalmente inofensivo para la salud.

    De hecho, la cloración del agua potable es uno de los avances más importantes en la protección de la salud pública, ya que, por su alto poder oxidante, responsable de la destrucción de bacterias y otros microorganismos, ha permitido prevenir y erradicar muchas enfermedades de transmisión hídrica. La presencia de una dosis correcta de cloro después del tratamiento del agua no comporta ningún riesgo para la salud y confiere al agua un efecto de protección ante contaminaciones, además de ser un indicador de su correcta desinfección.