Monumento a Fernando el Católico


Autor/es
(Escultor)
Juan de Ávalos García-Taborda nace en Mérida (Badajoz) en 1911. Formado en la Escuela de San Fernando, tras algunos años en Mérida y Lisboa se asienta definitivamente en Madrid desde 1950. La obra escultórica del Valle de los Caídos le otorga en esta década su mayor triunfo y una gran proyección internacional. Desarrolla una intensa actividad en los años 60 y 70, prolongada incluso hasta su muerte en Madrid en 2006. Refrendado por medallas en las exposiciones nacionales y un sinnúmero de premios, cargos y reconocimientos, desplegó una enorme producción de obras monumentales, religiosas y funerarias, retratos, desnudos y otros géneros, fiel siempre a una figuración serena e idealizada.
Emplazamiento
Plaza de San Francisco
Periodo
[1937-1975] Periodo Franquista
Materiales
Bronce (figura y relieve)
Dimensiones

Altura total: 13,5 m. aprox.

Escultura en bronce: 5,5 x 1,5 m. aprox.

Relieve en bronce: 3 x 4 m. aprox.

Pedestal cúbico de 5,5 m. de lado, aprox.

Altura del pedestal de piedra, con plataforma inferior, hasta la base de la escultura en bronce: 8 m. aprox.
Cronología

Encargo realizado en Madrid en mayo de 1968. Elaborado entre 1968 y 1969. Inauguración del monumento el 15 de octubre de 1969

En 2011, con motivo de la instalación del tranvía se rediseñó la plaza de San Francisco haciendo más accesible a los pasesantes la rotonda donde se ubicaba el monumento, y al eliminarse el parterre sobreelevado que lo rodeaba se optó por colocar bajo el pedestal un jardín vertical.

Promotor

Ayuntamiento de Zaragoza, siendo alcalde D. Cesáreo Alierta

Propietario
Ayuntamiento de Zaragoza
Inscripciones

Pedestal(frente): "ZARAGOZA A SU GRAN REY / FERNANDO EL CATÓLICO"

Base cilíndrica de la escultura en bronce: "Fernando el Catolico II de Aragon y V de Castilla"

Fernando II de Aragón y V de Castilla, conocido como Fernando el Católico, nació en Sos en 1452. Fue nombrado Rey de Sicilia en 1468 y contrajo matrimonio con Isabel de Castilla en 1469. Con la muerte de su padre Juan fue nombrado Rey de Aragón en 1479. Tras la muerte de Isabel fue dos veces regente de Castilla y contrajo segundas nupcias con Germana de Foix. Falleció en 1561. Bajo el reinado de los Reyes Católicos se terminaron de reconquistar los territorios hispanos, culminando con la toma de Granada en 1492. Siguiendo una política de unificación religiosa se expulsó también a los judíos de España. Durante su gobierno se produjo el descubrimiento de América por Cristóbal Colón, dando lugar a la configuración de un gran imperio.

En mayo de 1968 el alcalde de Zaragoza, D. Cesáreo Alierta, visita a Juan de Ávalos en su estudio madrileño para encomendarle en nombre del ayuntamiento el proyecto de una escultura monumental conmemorativa del Rey Fernando el Católico. El encargo se realizó de forma directa, sin concurso ni boceto previo, con el compromiso inicial de tener preparada la obra antes de finalizar el año. El artista gozó pues de una libertad total para idear y abordar la obra. Realizó un primer boceto ese mismo verano, y en octubre viaja a Zaragoza para estudiar el emplazamiento. Comenta en prensa que le preocupa la ubicación y los contraluces que pudieran ocasionarse, pero el lugar elegido en la Plaza de San Francisco resulta muy adecuado. En los primeros meses de 1969 tiene terminada la obra a escala real, y así aparece fotografiada en prensa en el mes de marzo. En junio la conserva aún en el jardín de su estudio y en ese período debió acometerse la fundición en Madrid. La elaboración del pedestal es responsabilidad del Ayuntamiento, bajo las indicaciones del escultor. Se inaugura con solemnidad y la presencia de las máximas autoridades locales el 15 de octubre de 1969, coincidiendo con la conmemoración del V Centenario del matrimonio de los Reyes Católicos. La efemérides coincidía también con los 25 años de la fundación de la Institución Fernando el Católico, y así se señaló, pero en su momento se justificó sobre todo la iniciativa como el mejor vehículo para saldar una deuda con esta figura trascendental en la historia española.

El monumento fue realizado en un periodo de intenso trabajo por parte del escultor, en el que confluyen diversas iniciativas particulares y monumentales. Era su primera obra para Zaragoza, aunque contaba con el precedente en Aragón del túmulo a los Amantes de Teruel, una de las creaciones más valoradas por el propio artista.

Diversas entrevistas en prensa nos ofrecen su visión del proyecto, que fue acometido con gran interés. Se documentó sobre el personaje fundamentalmente a través de la Crónica General de su secretario Fernando del Pulgar, y encontró en un retrato napolitano la mejor referencia para plasmar el rostro. Entre sus ideas estaba dar una imagen modesta y austera del monarca, de ahí que lo muestre con atuendo y atributos relativamente sencillos, pero al tiempo ennoblecerlo con un porte elegante y airoso. Así, opta por representarlo en su plenitud más que en su madurez, mientras el rostro sereno y el canon muy estilizado coinciden con la estética habitual del artista.

La cabeza va destocada, sin corona y con los cabellos largos, hasta el hombro. Viste una larga túnica y el manto real, que cae trazando en el frente pliegues simétricos. Del cuello pende un collar con la efigie en relieve de la reina Isabel. Con la mano izquierda sujeta una espada, signo de autoridad y réplica de la original, pero no la empuña por el mango, sino por la hoja, como quien porta una cruz procesional. Con ello quiere reforzar sus conquistas en el terreno espiritual y político más que en el militar, y refuerza esta idea por el rollo de pergamino que lleva en la mano derecha.

El pedestal es determinante en la composición del monumento, y destaca en este caso por su gran amplitud, quizás excesiva. El escultor lo justifica como un símbolo de la unidad monolítica de España, de ahí su gran sobriedad y pesantez, otorgadas por su forma cúbica y el labrado abrupto de la piedra. En la parte posterior del pedestal aparece esgrafiado el escudo de Nebrija. Al hacer coincidir la inauguración con el V Centenario del matrimonio de los Reyes Católicos, se escogió este tema para el relieve frontal del plinto, fundido en bronce. Muestra con rigurosa simetría compositiva la escena de la boda, oficiada por el arzobispo de Toledo.
Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Mujeres Hombres
Metal Piedra
Autor de la Ficha
Moisés BAZÁN DE HUERTA
Bibliografía
  • ABAD ROMEU, C. et al: Inventario de Bienes Histórico-Artísticos del Ayuntamiento. Zaragoza, 1995, p. 147.
  • ANÓNIMO: "Juan de Ávalos, autor del monumento a Fernando el Católico", en Heraldo de Aragón, Zaragoza, 16 de julio de 1968.
  • ANONIMO. "Ayer fue oficial y solemnemente inaugurado el gran monumento de Zaragoza a Fernando el Católico", en El Noticiero, Zaragoza, 16 de octubre de 1969.
  • ANÓNIMO: "Solemne inauguración del monumento a Fernando el Católico", en Heraldo de Aragón, Zaragoza, 16 de octubre de 1969.
  • GARCÍA GUATAS, Manuel: "Zaragoza contemporánea", en Guía histórico-artística de Zaragoza. Ayuntamiento de Zaragoza, 1982.
  • SIERRA, Julio: "Juan de Ávalos o el gigantismo en la escultura. Su última obra: Don Fernando de Aragón", en Arriba, Madrid, 16 de abril de 1969.
  • SALANOVA, Ramón: "El Rey Don Fernando tiene ya monumento en Zaragoza", en El Noticiero, Zaragoza, 14 de octubre de 1969.
  • VALTECSA: Inventario de los monumentos en la vía pública. Ayuntamiento de Zaragoza, 2000 (Nº 141 del cat.).