Fachada de la basílica de Nuestra Señora del Pilar

Religiones y Mitos
Autor/es
(Escultor)
Manuel Arcón Pérez (Barasona/Graus (Huesca), 1928) se formó en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Zaragoza y en los talleres de Félix Burriel, en Zaragoza, y Enric Monjó, en Barcelona. De su generación, sólo Arcón y Francisco Rallo se han mantenido en Zaragoza -es decir, en Aragón- como escultores profesionales durante toda la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del siguiente. Escultor cuyas obras figurativas (retratos, medallas, imágenes religiosas, desnudos femeninos, piezas monumentales)representan una importante renovación formal, volumétrica y expresiva de la escultura contemporánea en el ámbito aragonés, desde los años 80 del siglo XX ha desarrollado también otra relevante faceta de su obra siguiendo las tendencias constructivistas y organicistas de la disciplina, guiado siempre por un profundo sentido humanista. A partir de 1965 realiza un variado y muy significativo conjunto de obras de carácter monumental, con excelentes ejemplos en Híjar, Huesca, Villanueva de Sijena, Zaragoza, La Almunia de Doña Godina, Sabiñánigo, Alcañiz, que le convierten en uno de los escultores autóctonos más destacados en ese campo.
(Escultor)
Pablo Serrano Aguilar (Crivillén-Teruel-1908, Madrid, 1985)se formó en las Escuelas Profesionales Salesianas de Sarriá (Barcelona) y hacia 1926 emigró a Rosario de Santa Fé (Argentia), dedicándose a la docencia de la escultura en centros profesionales de la congregación salesiana, para la que también realizó abundante imaginería religiosa. En 1935 se traslada a Montevideo (Uruguay), donde desarrollará una destacada carrera profesional como profesor y como escultor, primero en el campo de la escultura religiosa y más tarde como autor de importantes monumentos públicos, receptor de muy diversos encargos privados, ganador de sucesivos premios en certámenes oficiales, uno de los cuales le permite regresar a España en 1955. Bien recibido por la crítica y los medios culturales de Madrid, inicia una fructífera carrera, caracterizada por su condición de miembro fundador del grupo El Paso, su relevante presencia en la Bienal de Venecia de 1962, su participación en importantes exposiciones internacionales a lo largo de esa década y la organización de grandes muestras de su obra por parte de prestigiosas instituciones nacionales e internacionales durante la siguiente (trayectoria jalonada al mismo tiempo de grandes proyectos monumentales para muchas ciudades españolas y varios países latinoamericanos), que acabará consagrándole como uno de los principales escultores aragoneses contemporáneos y situándole entre las más destacadas figuras de la escultura española de la segunda mitad del siglo XX.
(Escultor)
Antonio Torres Clavero (Zaragoza, 1889-1971) estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza con los escultores Lasuén y Palao y en Madrid con Aniceto Marinas. Abrió en 1917 su propio taller, que orientó a la escultura ornamentación y decoración aplicada de interiores. Asiduo participante en los Salones de Artistas Aragoneses, obteniendo en el de 1943 la medalla de honor. Realizó esculturas para algunos exteriores de edificios, destacando las de la fachada del Pilar.
(Escultor)
El escultor zaragozano Félix Burriel (1888-1976), inició su formación artística en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza, y en el taller del imaginero local Francisco Borja. Más tarde marchó a Madrid para trabajar en el taller del prestigioso escultor Mateo Inurria, cuya influencia será decisiva. Tras ganar una beca de la Diputación Provincial de Zaragoza, vivió en Roma y sobre todo en París entre 1926 y 1928, completando su dilatada formación. Fue profesor de dibujo artístico durante 32 años en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza. Realizó una vasta producción escultórica, de la que no es ajena la escultura urbana de su ciudad.
Colaboradores
En el modelado y talla de las esculturas dirigidas por Antonio Torres fue ayudado por Jacinto Suárez y por los canteros José Muñoz, Manuel Macia y Basilio Sorolla.
Emplazamiento
Plaza del Pilar
Periodo
[1937-1975] Periodo Franquista
Materiales
Piedra
Cronología
Salvo el tímpano románico, que es del siglo XII, colocado como un vestigio del templo medieval, el aspecto de la actual fachada es sobre todo el resultado de las decoraciones llevadas a cabo en los años cincuenta tras las obras de rehabilitación del templo, que amenazaba ruina. De entonces data el relieve con la efigie de Pío XII, al que se añadió en los años ochenta otro representando a Juan Pablo II.
Promotor
La Junta del Patronato
Propietario
Cabildo Metropolitano
La fachada principal de la basílica del Pilar está adornada por cuatro conjuntos escultóricos:
1º.- Tímpano románico en piedra con el relieve labrado con un crismón rodeado de flores simplificadas que pueden interpretarse como margaritas, con un significado eucarístico.
Románico, finales del siglo XII. Procede de la puerta del primitivo templo medieval del Pilar.
2º.- Sobre cada una de las dos puertas en arco de medio punto de sus extremos hay dos ángeles músicos recostados en las enjuntas de cada arco. En la puerta occidental se representan tocando sendas tubas y en la occidental, un ángel con una banda extendida y expresión de cantar y el otro tañendo una lira
Piedra. Son obra de Antonio Torres Clavero, realizados en 1952-1954.
3º.- Sobre la balaustrada que remata la fachada del templo, ocho estatuas de santos. Sobre la puerta occidental: San Vicente de Paúl y San José de Calasanz. Sobre el cuerpo central: Santa Isabel de Portugal, San Braulio, San Valero y Santa Engracia. Entre estas cuatro estatuas, el escudo del Cabildo, tallado también en piedra (4'20 x 2'20 m). Sobre la puerta oriental: San Vicente Mártir y Santiago. Realizados en Piedra de Pitillas (Navarra) por Félix Burriel (la de San Vicente de Paúl) y Antonio Torres (autor de siete estatuas y del escudo del cabildo ) en 1949-1954. Cada estatua fue pagada por las siguientes instituciones o asociaciones: San Braulio por la Cámara de Comercio e Industria, San Valero por el Ayuntamiento de Zaragoza, Santiago por el Cabildo Metropolitano, Santa Isabel por la Diputación Provincial de Zaragoza, San Vicente Mártir por los Caballeros del Pilar, San José de Calasanz por la comunidad de Padres Escolapios, Santa Engracia por la Diputación de Huesca y San Vicente de Paúl por la Congregación de Hermanos Paúles.
4º.- En el centro de la fachada: Altorrelieve de la Venida de la Virgen del Pilar con 34 figuras, medias figuras y cabezas talladas. Realizado en piedra caliza blanca por Pablo Serrano en 1969.
5º.- Dos placas conmemorativas junto a la puerta oriental: 1ª: Efigie del rostro de Papa Pío XII en medio relieve de perfil y en un tondo, conmemorativa de la concesión del título de basílica al templo del Pilar el 24 de junio de 1948. 2ª. Efigie del rostro del Papa Juan Pablo II, en medio relieve de perfil y en un tondo, conmemorativa de sus dos visitas al Pilar el 6 de noviembre de 1982 y los días 10 y 11 de octubre de 1984, por Manuel Arcón.

La fachada meridional del templo del Pilar es una acumulación escultórica de la segunda mitad del siglo XX, pues hasta entonces, era un lienzo de pared de ladrillo articulado por pilastras de piedra, con las dos puertas, en arco de medio punto bajo frontones triangulares, en cada extremo. Es de las mismas dimensiones que las que tenía aproximadamente la primitiva plaza del Pilar, no como la vemos ahora, debido a la transformación urbana llevada a cabo en 1940, que suprimió bloques de casas que las separaban dos placetas en sus extremos. Era una fachada sobria y desornamentada, entre otros motivos, porque nunca tuvo una perspectiva desde la ciudad tal como ahora se puede contemplar, resultado de la apertura de la calle de Alfonso I, de trazado rectilíneo y perpendicular desde el Coso al centro de la misma, y de la construcción de la cúpula central, levantada por los mismos años, entre 1866 y 1869.

El altorrelieve de Pablo Serrano, obra tan reciente, es el que ahora constituye el centro de esta perspectiva. Fue una obra escultórica muy bien recibida por la crítica y la prensa porque poco antes, en 1965, había fundido en bronce las dos grandes estatuas de san Valero y del Ángel de la ciudad que se había colocado a ambos lados de la puerta del ayuntamiento. El artista lo concibió como un retablo exterior. La preparación y realización del altorrelieve le llevó tres años e hizo siete bocetos previos con fotomontajes de la fachada para estudiar los efectos de luces y sombras sobre las figuras del altorrelieve.

Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Hombres Mujeres
Piedra
Religiones y Mitos
Autor de la Ficha
Manuel GARCÍA GUATAS
Bibliografía
  • ARA FERNÁNDEZ, Ana: "La decoración escultórica del Pilar en el siglo XX: la obra de Antonio Torres", Artigrama, nº 19, 2004, pp. 453-471.
  • ANSON, Arturo y Belén BOLOQUI: "Zaragoza barroca. Basílica de Nuestra Señora del Pilar", en Guía Histórico-Artística de Zaragoza. Ayuntamiento de Zaragoza, 2008.
  • CASTILLO, Blanca y GIL, Mª Cristina: "Primeras notas de la investigación sobre la obra del escultor Antonio Torres Clavero. 1889-1971", Boletín del Museo e Instituto de Humanidades "Camón Aznar", nº XLI, 1990, pp. 47-73.
  • TORRALBA, Federico: El Pilar de Zaragoza, Everest, León, 1974.
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