Fachada de la Real Capilla de Santa Isabel (también conocida popularmente como iglesia de San Cayetano)

Religiones y Mitos
Autor/es
(escultor)
Francisco Villanoba (1696-1728) fue uno de los más ilustres miembros de destacada familia de escultores y arquitectos zaragozanos, cuya labor artística se desarrolla entre las últimas décadas del siglo XVII y comienzos del XVIII. En 1719, aparece en el gremio de escultores, donde ocupó el cargo de mayordomo mayor. Casado con Ana Alejandre, tuvo una hija, Josefa, que contrajo matrimonio con el también escultor Juan Francisco Bosqued. Entre sus obras conocidas en Aragón hay que destacar su participación en la barroquizante fachada de Santa Isabel, el retablo para la cofradía de San Pedro Martír, encargada para el convento de Santo Domingo de Zaragoza, en 1719. Otra obra importante suya, se halla en tierras sorianas, en concreto, en la Capilla del Santo Cristo de la Catedral del Burgo de Osma, cuyo elegante y monumental retablo de alabastro y mármol negro de Calatorao, trabajaba nuestro artista en la capital zaragozana en 1718.
(Escultor)
De este escultor, coautor a finales del siglo XVII y principios del XVIII de la profusa decoración barroca con el escudo de Aragón en la zaragozana iglesia de Santa Isabel, se conocen algunos trabajos, cómo el realizado para la iglesia colegial de Daroca, en donde es contratado junto al cantero Martín de Abaría y el escultor Francisco Franco, para la realización de un retablo en 1670. También lo vemos trabajando en el chapitel de la torre de la iglesia parroquial de Fuentes Claras, en la Comarca del Jiloca en 1676, mientras que del segundo maestro nada conocemos salvo su intervención en la Real Capilla.
(Escultor)
De Francisco Pérez de Artigas, coautor a finales del siglo XVII y principios del XVIII de la profusa decoración barroca con el escudo de Aragón en la zaragozana iglesia de Santa Isabel, no se conocen otras obras de importancia.
Emplazamiento
Plaza del Justicia
Periodo
[-1808] Antes de la Guerra de Independencia
Materiales
Piedra
Dimensiones
1,50 m de altura (estatua de Santa Isabel). 1,20 m. de altura (las de San Cayetano y San Andrés Avelino)
Cronología
Hacia 1696
Promotor
Diputación del Reino
Propietario
Diputación Provincial de Zaragoza
Inscripciones
D.O.C. Esta Capilla a la Serenísima Infanta de Aragón y Reina de Portugal, Santa Isabel. De los ilustrísimos Señores Diputados. El Rº.P. Mº. Fº Salabert, Prior de Santa Engracia. Dº Juan Francisco Giral, Cardenal de las iglesias de Barbastro. Por el brazo eclesiástico. Manuel José de Sese, caballero de Calatrava. Faustino Cayetano, Primer Conde de Sobrarbe. Por el brazo de Nobles. Pedro Fernández de Moros, Manuel Gisbert Gaspar Fernández y Heredia. Por el brazo de hidalgos. Dº Antonio Español y Lara y Dº Juan José Mancho, por el brazo de la Universidad. 1682
Santa Isabel, hija del rey Pedro III de Aragón y luego reina de Portugal por su matrimonio con el monarca luso Dionís de Portugal en 1288. Vivió la amargura de las intrigas palaciegas y enfrentamientos familiares. Lo hizo, a decir de sus biógrafos, con dignidad y paciencia, refugiándose en una piedad religiosa intensa y en la atención a los pobres. Pero coherente con su posición de reina, hija, hermana, madre y abuela de reyes, no se abstuvo de intervenir en los conflictos cuando fue necesario. Isabel dio dos hijos al rey, Constanza y Alfonso. Aunque Dionís tuvo otros seis hijos bastardos. El primero de éstos últimos, Alfonso Sánchez, despertó los recelos del heredero legítimo de la corona, quien creía que su padre favorecería al hermano. El primogénito de Isabel pretendió que el rey le cediese de inmediato sus derechos y se le enfrentó militarmente intentando tomar Lisboa. La reina cruzo el campo de batalla entre hijo y padre, habló con aquel, consiguió una tregua. Pero el hijo se apropió de sus señoríos de Leiría y Sintra, y el padre que la creyó cómplice del hijo la encerró en Alenquer y la desposeyó de algunas riquezas. El delicado entramado que componía el tapiz dinástico y la expansión territorial de los reinos cristianos en toda la Península Ibérica, llevó a Isabel de Portugal a intervenir también en la política castellana y aragonesa. Con ayuda de su marido consiguió avenir a los reyes Jaime II de Aragón, hermano suyo, y Fernando IV de Castilla, su yerno, en las paces de Campillo resueltas en 1304, por las que la Corona de Aragón adquirió las tierras de Alicante. Cuando el rey Dionís falleció, la reina Isabel, con Portugal en relativa paz, se retiró al convento de Coimbra, que ella misma había fundado, pero donde no pudo morir. Se desplomó bajo el sol de Estremoz cuando acudía a conciliar a su hijo, el rey Alfonso, y a su nieto, Alfonso XI, rey de Castilla (descendiente de su hija Constanza). La disputa era por el honor de su también nieta, María, hija del rey portugués y esposa del castellano, y a quien éste había repudiado. La enterraron días más tarde, el doce de julio de 1336, en Coimbra. Su cuerpo permanecía incorrupto tres siglos después, cuando abrieron su tumba, de la que exhalaba un aroma a maderas, sándalo y rosas. Rosas como las que aparecieron entre sus manos, aquel día en que acudía a auxiliar a los pobres con unas cuantas monedas ocultas en su falda vuelta y la sorprendió su marido, que quiso saber lo que portaba en el alda. Rosas, contestó Isabel, y rosas enseñó al rey. Santa Isabel de Portugal fue canonizada el 25 de abril de 1625 por el papa urbano VIII.
Las Cortes del Reino de Aragón, en sesión celebrada en 1678 acordaron realzar la memoria de Santa Isabel, para ello, por un lado, declararon festividad para todo Aragón el día 4 de julio que era el día que la iglesia le había asignado en su calendario litúrgico, por otro, decidieron construir una capilla en su honor. Por la misma época la orden teatiana, fundada por San Cayetano en Roma a principios de ese siglo XVII, quería establecerse en Zaragoza, por lo que en una feliz coincidencia, se les encargó la construcción de la mencionada capilla en un solar de su propiedad pero sufragada con los fondos de la Diputación del Reino. Las obras comenzaron en 1682, bajo la dirección de los maestros de obras: Miguel Cebollero, Francisco López, Pedro Martínez y Miguel Sanclemente, concluyéndose en 1706. Con los decretos de Nueva Planta dictados por Felipe V, en 1707 desapareció la Diputación de Aragón, y la Desamortización produjo la exclusión de regulares en 1833. Entonces la Diputación Provincial de Zaragoza, sintiéndose heredera legitima de la antigua Diputación del Reino, reclamó para sí la iglesia pidiendo al Estado que fuese excluida de la venta y separación de la masa de bienes nacionales enajenables. Por Orden del 18 de agosto de 1842 expedida por la Dirección General de Rentas y Arbitrios de Amortización, se acordó la cesión de la iglesia de Santa Isabel a la Diputación, debiendo ésta atender a su conservación y entrenimiento.
La profusa decoración barroca con el escudo de Aragón, fue labrada por Jaime Ayet y Francisco Pérez de Artigas. Las estatuas de Santa Isabel, San Cayetano y San Andrés Avelino, posiblemente fueron realizadas por Francisco Villanoba, aunque otras fuentes las atribuían a Gregorio de Mesa.
La fachada es totalmente barroca y está profusamente decorada. El basamento contiene elementos geométricos, como puntas de diamantes, rombos, recuadros y óvalos. Las calles contienen una decoración churrigueresca, a base de molduras, hojas vegetales, frutos, volutas, angelotes y conchas. Las calles intermedias contienen sendas hornacinas una con la imagen de San Cayetano y otra de San Andrés Avelino. En la calle central, sobre una gran concha se sitúa el escudo del Reino de Aragón para culminar, en el templete superior, con una hornacina dedicada a la titular Santa Isabel de Portugal, rematada por un frontón curvo partido que enmarca un barroco escudo de Aragón. La sobriedad de la estructura arquitectónica contrasta con el barroquismo churrigueresco de la decoración, recurriéndose a contrastes cromáticos mediante el uso de distintos materiales: piedra negra para la arquitectura, ocre para la decoración y alabastro blanco sobre ladrillo como fondo de los entrepaños. Las tres figuras de bulto redondo han sido doradas en la restauración llevada a cabo por la Diputación Provincial de Zaragoza a finales del siglo XX.
Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Mujeres Hombres Formas
Piedra
Religiones y Mitos
Autor de la Ficha
José Antonio VAL LISA
Bibliografía
-ANSÓN NAVARRO, Arturo y BOLOQUI LARRAYA, Belén. "Zaragoza Barroca" en Guía Histórico-Artística de Zaragoza, Zaragoza, Ayuntamiento de Zaragoza, Instituto Fernando El Católico, 2008, pp. 260.

-BOLOQUI, Belén: "Francisco Villanoba Modrego". Voz para la Gran Enciclopedia Aragonesa, Zaragoza, Unali. S.L., 1983. pp. 3343-3344.

-CALVO RUATA, José Ignacio. Patrimonio Cultural de la Diputación de Zaragoza. Tomo I. Pintura, Escultura y Retablos, Zaragoza, Diputación Provincial de Zaragoza, 1991, pp. 29

LABORDA YNEVA, J., Zaragoza. Guía de Arquitectura. Zaragoza 1995.

-NAVARRO TRALLERO, Pedro Joaquín, "La restauración de la Real Capilla de Santa Isabel, de Zaragoza", en el catálogo de la exposición Imágenes de la Reina Santa. Santa Isabel, Infanta de Aragón y reina de Portugal. Tomo II. 13/05-04/07/99. Zaragoza 1999. pp. 200