Homenaje a la Sala Oasis

Música y Artes Escénicas
Autor/es
(null)
Colaboradores
Constructora Mariano López Navarro S.A. (ejecución material e instalación de la pieza).
Emplazamiento
Plaza del Padre Pedro en su confluencia con la calle Boggiero, frente a la Sala Oasis (Barrio de San Pablo o del Gancho).
Periodo
[2001-] Siglo XXI
Materiales
1) piedra negra de Calatorao (basamento inferior); 2) acero inoxidable tipo “pulido espejo” (prisma y figura superior); 3) acero corten oxidado (formas pegados al prisma y tapas de los dos alcorques de las que se han extraído dichas formas).
Dimensiones

Basamento: 0,465 x 0,49 x 0,49 m.

Prisma: 1,1 x 0,49 x 0,49 m.

Figura superior: 0,80 x 0,28 x 0,01 m.

Barra superior: 0,95 x 0'04 x 0,04 m.

Juegos de tapas de los dos alcorques: 0'01 x 1,185 x 1,185 m.

Cronología

Mediados de la década de 2000(diseño).

Febrero-julio de 2010(ejecución material).

29 de julio de 2010(inauguración).
Promotor

Ayuntamiento de Zaragoza.

Propietario
Ayuntamiento de Zaragoza.

La Sala Oasis es, junto a El Plata, el único salón de variedades histórico que conserva la ciudad, aunque su función actual ya no es la que tuvo durante buena parte del siglo XX. Abrió sus puertas en 1924 con el nombre de Royal Concert, en un local que antes había acogido la Posada de Plasencia, que luego pasó a ser Casa del Pueblo de la U.G.T. y algo después Club de los Alemanes. Durante la Guerra Civil el local pasó a llamarse Salón de Variedades, siendo muy frecuentado por soldados de permiso, pero poco después de terminar la contienda fue cerrado. Reabrió en 1943 con el actual nombre de Sala Oasis, que le otorgó el crítico de Heraldo de Aragón Cistué de Castro. Por ella pasaron grandes estrellas nacionales como: Miguel de Molina, Marifé de Triana, Pilar Lorengar, Pastora Imperio, Carmen Amaya, Estrellita Castro o Tonetti, y algunos de sus personajes más entrañables, como la pareja formada por Susepet y Pilar, pertenecen al recuerdo de generaciones y generaciones de zaragozanos. Ya a mediados de la década de los 90, en un intento por reorientar el negocio, que había entrado en cierta decadencia, el local cerró como cabaret, convirtiéndose desde entonces en sala de conciertos en vivo y discoteca, función que sigue cumpliendo hoy con notable éxito, lo que preserva la importancia de esta sala como uno de los grandes templos del ocio nocturno de la ciudad y la convierte en una de sus señas de identidad más canallas.

A mediados de la década de 2000 el Ayuntamiento de Zaragoza decidió impulsar, dentro del Plan Integral del Casco Histórico (PICH), una de las últimas intervenciones de renovación urbanística pendientes en el histórico Barrio de San Pablo o del Gancho, la reforma de la calle Miguel de Ara y su entorno, intervención que abarcaba la propia calle Miguel de Ara, la calle Echeandía, una parte de Ramón y Cajal, y sobre todo un amplio tramo de la calle Boggiero, que justo enfrente de la mítica Sala Oasis debería ensancharse realineando un solar existente con el fin de crear una nueva plazoleta de planta casi rectangular de unos 50 metros de largo por 16 de ancho (800 m2), la después denominada como Plaza del Padre Pedro en honor de un religioso muy querido en el barrio, plaza que serviría para mejorar la escena urbana y esponjar el entorno dotando a la Sala Oasis de unos accesos amplios y seguros. El proyecto se redactó de inmediato e incluía la creación de una pequeña pieza escultórica, diseñada por los propios técnicos del Servicio de Proyectos del Área de Grandes Proyectos e Infraestructuras del Departamento de Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza, que debería ubicarse en la nueva plaza con el fin de rendir homenaje a la gran influencia ejercida por la Sala Oasis en numerosas generaciones de zaragozanos.

Por distintos motivos, las obras, que incluían entre otras labores la sustitución de las redes de abastecimiento y saneamiento, nueva pavimentación, etc., no comenzaron de inmediato, sino que su inicio se retrasó hasta el 8 de febrero de 2010. Estuvieron a cargo de la empresa constructora Mariano López Navarro S.A., que se encargó de las mismas, incluida la ejecución material e instalación de la pieza escultórica, por un total de 748.641 euros. Una vez concluidas, se inauguraron, incluida la escultura, el 29 de julio de 2010 en un acto al que asistieron, entre otros, el alcalde Juan Alberto Belloch, la concejala delegada de Infraestructuras y Ciclo del Agua, Lola Campos, y el concejal y Presidente de la Junta de Distrito del Casco Histórico, José Manuel Alonso.

El Homenaje a la Sala Oasis es una pequeña y original pieza escultórica compuesta de tres partes diferenciadas: un pequeño basamento inferior casi cuadrado de piedra negra de Calatorao de apenas 0,465 metros de altura; un prisma de base cuadrangular y formato vertical de 1,1 metros de altura dispuesto encima, realizado en acero inoxidable del tipo "pulido espejo", que presenta sus cuatro caras cubiertas con formas de acero corten, que representan músicos e instrumentos musicales, extraídas de las tapas de dos artísticos alcorques, previamente troquelados, que flanquean y complementan a la pieza escultórica; y por último la pequeña figura de una bailarina realizada en chapa plana calada de acero inoxidable, de 0,80 metros de altura, que se dispone en una sensual pose sujetándose a lo que parece ser una barra de striptease, también en acero, de 0,95 metros de altura. La pieza escultórica se complementa con las tapas troqueladas de los dos mencionados alcorques que la flanquean, que tienen valores plásticos por sí mismas.

Pese a la sencillez de su resolución y su pequeño tamaño, quizá excesivo teniendo en cuenta las dimensiones relativamente amplias de la plazoleta, el Homenaje a la Sala Oasis resulta bastante interesante por la original propuesta ideada por los técnicos municipales del Departamento de Infraestructuras. Por un lado, la idea de troquelar las tapas de los dos alcorques adyacentes a la escultura y utilizar las formas resultantes para componer sencillos relieves planistas de gran poder alusivo en las caras del prisma, resulta muy efectista. Por otro, la bailarina que remata la obra, que pretende evocar la función histórica de la Sala Oasis como cabaret, pese a su excesiva pequeñez y su carácter completamente plano resulta también muy efectista por su acertada resolución mediante la combinación de macizos y huecos, lo que permite sugerir de manera muy lograda las partes de su cuerpo sin que éstas existan realmente y a su vez crear sensuales efectos estéticos mediante la incidencia cambiante de la luz sobre su pulida superficie o a través de la incorporación visual del paisaje urbano circundante en su interior.

Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Alegoría
Metal Piedra
Música y Artes Escénicas
Autor de la Ficha
Javier MARTÍNEZ MOLINA
Bibliografía
  • REDACCIÓN, "La remodelación de la calle Miguel de Ara y su entorno comenzará dentro de quince días", en Aragón Digital, (Zaragoza, 14-I-2010), s. p. (edición digital).
  • LÓPEZ, M., "Empieza por fin la reforma de Miguel de Ara y su entorno", en Heraldo de Aragón, (Zaragoza, 9-II-2010), s. p. (edición digital).
  • ANÓNIMO, "La calle Miguel de Ara y su entorno finaliza su remodelación tras una inversión de 748.641 euros", en Europa Press, (Zaragoza, 29-VII-2010), s. p. (edición digital).
  • ANÓNIMO, "La calle de Miguel de Ara y el entorno de la Sala Oasis lucen sus nuevas galas", en Heraldo de Aragón, (Zaragoza, 30-VII-2010), s. p. (edición digital).
  • www.zaragoza.es (memoria del proyecto de remodelación de la calle Miguel de Ara y su entorno).