Monumento a las Víctimas de la Violencia Franquista

Víctimas
Autor/es
(Arquitecto)
Fernando Bayo realizó sus estudios en la Escuela de Arquitectura de Valladolid, donde se tituló en 1991. A lo largo de su carrera profesional, en la que destaca su dedicación a la rehabilitación de inmuebles, ha recibido algunos premios como el I premio de arquitectura de Castilla y León por su proyecto de rehabilitación de la Casa Zúñiga en 1996 junto a Juan Carlos Arnuncio y Valeriano Sierra. Destaca también el Accésit recibido en la convocatoria 2007 del Premio Fernando García Mercadal por la vivienda unifamiliar realizada en Sádaba. En los últimos años, Fernando Bayo y Miguel Ángel Arrudi han colaborado en diversos proyectos como la rehabilitación de riberas del Ebro en el Ámbito U-6, o en el programa de Intervenciones Artísticas de la Exposición Internacional Zaragoza '08.
(Escultor, pintor)
Miguel Ángel Arrudi Ruz (Zaragoza 1950)comenzó su formación a los 14 años, ingresando en la Escuela de Artes y Oficios, donde permaneció hasta los 21, aunque de manera intermitente. Se especializó en Diseño, dedicando sus primeros trabajos a esta especialidad, aunque la pintura y la escultura fueron adquiriendo para él una importancia cada vez mayor. En 1976 marchó a Italia para volver en 1985, realizando entre estos años continuos viajes a España, tanto para la realización de encargos como para la exposición de sus trabajos. Entre 1997 y 1998 sufrió una dura enfermedad, y tras ese periodo su obra dio un giro hacia un arte centrado en la naturaleza, desde las diferentes disciplinas que cultiva: pintura, escultura, arquitectura, diseño, medios audiovisuales. Su obra más conocida es, sin duda, Las Ranas de Ranillas, la intervención escultórica realizada junto con Fernando Bayo para el programa de Intervenciones Artísticas de la Exposición Internacional Zaragoza ¿08. Especial importancia tiene también otras obras vinculadas con el medio ambiente como el interesante proyecto de diseño de molinos eólicos presentado en el Museo Pablo Serrano en 1999.
Colaboradores
Chiqui Castejón, arquitecto técnico. Infraestructuras: Coebro y Acciona. Escultura: talleres Tanasa y Oxiebro, con la colab. de la herrera Mónica Naudín, y de los Hnos. Torres de Zaragoza (seis gorriones de bronce).
Emplazamiento
Cementerio de Torrero
Periodo
[2001-] Siglo XXI
Materiales
bronce (seis gorriones), chapas de acero, juntas de neopreno, pavimento antideslizante, solado de hormigón
Dimensiones
4 m (altura) x 4 m (anchura) x 4 m (profundidad)
Cronología
Los autores lo presentaron, con el nombre de ;Ventanas Abiertas;, a un concurso de ideas para un Monumento a la Libertad destinado a la denominada Plaza de la Memoria en el solar de la antigua carcel de Torrero. Pero se decidió instalarlo en el Cementerio de Torrero, como Monumento a las Víctimas de la Violencia Franquista, siendo inaugurado en el 27 de octubre de 2010.
Promotor
Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza
Propietario
Ayuntamiento de Zaragoza

Miguel Ángel Arrudi y Fernando Bayo han trabajado juntos en el año 2005, proyecto para la Rivera del Ebro U-6 a su paso por Zaragoza junto con AIT, y en 2008, para la Expo 2008, pues ambos diseñaron la famosa rana y la remodelación del trazado del parque de Ranillas, mientras que Arrudi como escultor realiza dos obras que evocan una puerta que da entrada al nuevo parque.En el muy emotivo acto de inauguración, repleto de público, tomaron la palabra autoridades y otras personas por el siguiente orden: Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza, Julián Casanova, historiador, Manuel Pérez-Lizano Forns, sobrino de dos fusilados y en representación del pueblo, Javier Lambán, presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Marcelino Iglesias, presidente de la Diputación General de Aragón, y Joan Manuel Serrat, muy vinculado con Aragón dado que su familia es natural de Belchite (Zaragoza). Conviene aclarar, por otra parte, que el recuento de las 3.543 víctimas ha sido posible, tal como se indica en el libro El pasado oculto. Fascismo y violencia en Aragón (1936-1939), gracias a la investigación realizada por los historiadores Julián Casanova, Ángela Cenarro, Julita Cifuentes, María Pilar Maluenda y María Pilar Salomón.

Monumento, sencillo en apariencia, modelo de imaginación e incorporado en un espacio muy bien integrado con el entorno. El punto de partida, por ser eje irradiante y desde un ángulo formal, es el "Pabellón a los Anónimos". Escultura que, en principio surgió de un concurso restringido, organizado para otro emplazamiento pero para fines paralelos y afines en el sentido definitorio de la expresión tanto semántica como estética. Sólo cambió la ubicación en una distancia de unos 500 metros, más o menos la misma que separaba la cárcel de Torrero y las tapias en las que serían fusilados los condenados a muerte. Aquel proyecto se basaba en una escultura abstracta geométrica en forma de cubo, que está pintada en rojo como toque exclamativo sin estridencias. Escultura abierta a través de múltiples ventanas para romper cualquier hipotética rigidez, pero que posee una impecable serenidad externa a través del uso, en apariencia oculto, de múltiples rectángulos interrelacionados que obedecen a la sección aurea. Ventanas y sección aurea, dentro de una escultura abstracta geométrica, que posibilitan esa impresión de obra abierta, nunca rígida, con matices etéreos cuando se observa, desde luego, en conjunto. A sumar los seis gorriones como símbolo de auténtica delicadeza poética servida por un ave humilde común en campos, ciudades y pueblos. El interior también queda abierto por las ventanas, pero con la peculiaridad de un dominante espacio que invita al recogimiento, al silencio que transmite lo exterior sobre el interior y viceversa. Basta colocarse en el centro y captar sus casi imperceptibles vibraciones.
Del "Pabellón de los Anónimos", dicha abstracción geométrica, nace la espiral, como forma ancestral emergente del interior, la escultura, hacia el exterior, el libre espacio abierto, con un simbolismo muy complejo según las civilizaciones, pero que como norma muestra la evolución del universo. Espiral, con pasillo para el público y otro para la vegetación, trazada mediante múltiples bandas rectangulares naciendo del suelo, rematadas con placas inclinadas en donde figuran los datos de los asesinados por orden cronológico. Todo de acero galvanizado. Pasear por la espiral, partiendo del "Pabellón de los Anónimos", es una sensación estremecedora, por lo que representa y por el obligado silencio.
Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Animales Formas
Metal
Víctimas
Autor de la Ficha
Manuel PÉREZ-LIZANO FORNS