Monumento al Altar Patrio (Originariamente se denominó: Monumento a los Héroes y Mártires de Nuestra Gloriosa Cruzada

Política Milicia Víctimas
Autor/es
(arquitecto)
Ramiro Moya Blanco (Madrid, 1914) Titulado por la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1940. Arquitecto de la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de la Vivienda y del Ministerio de Obras Públicas. Hermano del anterior, colaboró con él en un gran número de proyectos. En Zaragoza podemos destacar también la restauración de la Iglesia de San Pablo y del Palacio Arzobispal.
(Escultor)
Manuel Laviada (Oviedo, 1892-Madrid, 1958) Nombre completo Manuel Alejandro Álvarez-Laviada y Alzueta. Ejerció la docencia en la Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando. Colaboró con Luis Moya realizando la parte escultórica de sus proyectos arquitectónicos, obras como el altar para la iglesia del colegio del Pilar en Madrid (1942) o las esculturas de la antigua Universidad Laboral de Gijón (1952).
(arquitecto, escultor)
Luis Moya Blanco (Madrid, 1904-1990) Titulado por la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1927. Arquitecto, profesor, escultor, erudito e investigador, fue uno de los intelectuales de más prestigio de la España de la postguerra. Fue director y catedrático de la Escuela de Arquitectura de Madrid entre 1963 y 1966, miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y redactor jefe de la revista "Arquitectura". Su prolija obra arquitectónica se completa con una ingente producción de dibujos y ensayos, que funden la figura del gran arquitecto con la del gran dibujante y pensador. Entre sus obras destacan: la iglesia del Colegio Santa María de Pilar (Marianistas), la Iglesia de San Agustín y el Museo de América en Madrid, la Iglesia de la Virgen Grande en Torrelavega (Cantabria) y la Universidad Laboral de Gijón en Gijón (Asturias). Fue en 1943, junto a Enrique Huidobro y Manuel Thomas, ganador del ¿Concurso de Anteproyectos para la Gran Cruz en el Monumento Nacional a los Caídos¿ en el Valle de los Caídos, Cuelgamuros (Madrid).
(arquitecto)
Enrique Huidobro Pardo. Titulado por la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1922. Colaboró con los anteriores en la primera fase de la Universidad de Gijón (Asturias) y, junto a Luis Moya y Manuel Thomas, fue ganador del ¿Concurso de Anteproyectos para la Gran Cruz en el Monumento Nacional a los Caídos¿ en el Valle de los Caídos, Cuelgamuros (Madrid). Realizó el proyecto definitivo de 1950 para el ¿Monumento a los Héroes y Mártires de Nuestra Gloriosa Cruzada¿ de Zaragoza.
Emplazamiento
Cementerio de Torrero, Avenida de América (Originariamente formaba el cierre occidental de la Plaza de Nuestra Señora del Pilar).
Periodo
[1937-1975] Periodo Franquista
Materiales
Hormigón armado revestido de sillería de piedra de la Puebla.
Dimensiones
21'50 m de altura máxima (tomada en el extremo de la cruz) x 28'50 m de anchura x 19'05 m de profundidad.
Cronología
Proyectos: diciembre de 1943 y agosto de 1950. Ejecución de las obras: 1944-1953.
Promotor
Ayuntamiento de Zaragoza
Propietario
Ayuntamiento de Zaragoza
Inscripciones
"A LOS HÉROES Y MÁRTIRES DE ZARAGOZA CAÍDOS EN LA CRUZADA DE LIBERACIÓN 1936-1939".

Según el pliego de condiciones que habían de regir el concurso de anteproyectos para la construcción del, finalmente, denominado "Monumento a los Héroes y Mártires de Nuestra Gloriosa Cruzada" éste debía representar varias cosas y aunar diferentes funciones. Debía rendir homenaje a los caídos en la Guerra Civil y "concretar la alegría por la victoria"; al entender que el espíritu católico había presidido la "cruzada de liberación" y caracterizado el Movimiento, el monumento debía estar presidido por la cruz; también se debía dar un adecuado emplazamiento en él a la estatua de Augusto -copia en bronce del Augusto de Prima Porta, regalada por Mussolini al Ayuntamiento de Zaragoza-; por último, debía separar, sin aislar, las plazas del Pilar y de Augusto.

En 1942 El Ayuntamiento convocóun concurso de anteproyectos para este monumento al cual se presentaron tres candidaturas; pero el primer premio fue declarado desierto, aunque el jurado acordó conceder un segundo premio al anteproyecto número 3 -firmado por los arquitectos Enrique Huidobro, Luis Moya, Ramiro Moya y el escultor Manuel A. Laviada (Madrid). Luego, se convocó un nuevo concurso en el que se mantuvieran las bases del anterior, al que se presentaron ocho anteproyectos: esta vez sí hubo ganadores, curiosamente, los mismos que habían obtenido el segundo premio en el concurso anterior. El nuevo anteproyecto no era, sino una versión ligeramente simplificada del anterior. En marzo de 1947 y culminada ya la primera fase de construcción del monumento, José María Sánchez Ventura, Alcalde de Zaragoza, solicitó a los arquitectos municipales José de Yarza y José Beltrán, un anteproyecto de reforma del monumento en construcción, para solucionar los dos defectos fundamentales que se encontraban al mismo. Fue entonces, cuando se planteó la posibilidad de transformar el monumento en un edificio monumental. El coste de la reforma proyectada se estimó en cinco millones de pesetas, tras lo cual, se consideró que, desde un punto de vista económico, era altamente recomendable retomar la idea de construir un monumento. Así, el Ayuntamiento de Zaragoza solicitó a los autores del anteproyecto ganador, la redacción de un plan de reforma del monumento. En contestación a esta solicitud, Enrique Huidobro redactó en agosto de 1950 un nuevo proyecto que, ajustándose a lo ya construido, simplificaba notablemente dicho monumento. La composición arquitectónica de la zona central del monumento no se modificó, manteniendo la cruz como motivo esencial de la composición, sin embargo, se eliminó el soporte posterior de la misma y las hornacinas situadas a ambos lados de la misma. Se sustituyeron también los arcos escarzanos de los pasos laterales por grandes vanos adintelados y la decoración escultórica proyectada sobre estos pasos por pequeños angelitos situados en los extremos de los mismos y por dos estatuas ecuestres colocadas a ambos lados de la cruz central. La parte posterior del monumento se simplificó considerablemente, dejando paños lisos a modo de basamento para la cruz, único motivo que se distinguía desde la plaza de Augusto. El monumento se concluyó con arreglo a este último anteproyecto, sin embargo, tras realizarse la parte arquitectónica del mismo, éste se dio por concluido y los grupos escultóricos no llegaron siquiera a realizarse, de tal forma, que la única decoración que se colocó finalmente, fueron las coronas de laurel que rodean el basamento de la cruz.

Los autores de este proyecto creyeron conveniente adoptar los modos de la arquitectura clásica tradicional, prescindiendo de las nuevas corrientes arquitectónicas, así como de los estilos provinciales o regionales, basándose para ello en la opinión de que la obra tenía un sentido no sólo nacional sino también internacional. Según consta en la memoria del proyecto, el monumento tomaba como ejemplos a seguir, los altares, arcos triunfales y tribunas elevadas que, con motivo de canonizaciones, entradas de reyes, triunfos y otras causas análogas, se alzaron en España entre los siglos XVI y XVIII.

El Altar Patrio instalado en el Cementerio de Torrero no es sino la simplificación de aquel que finalmente se colocó en la plaza del Pilar como cierre occidental de la misma. Igualmente y al perder su carácter de cierre, en su nueva ubicación se eliminaron los pasos laterales, dejando únicamente la parte central del monumento elevada sobre una base prismática con escalones que permiten acceder a él en la parte frontal. El monumento está presidido por la cruz sobre un pedestal. Éste a su vez se sitúa sobre una base a la que se accede a través de plataformas colocadas a distintas alturas e interrelacionadas por escalinatas que formando descansos intermedios dotan al mismo de mayor profundidad. La base sobre la que está colocada directamente la cruz está ornamentada por coronas laureadas. En el frente del monumento, se dispuso una pequeña fuente inserta en una hornacina a manera de venera.

Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Formas
Piedra Arquitecturas
Política Milicia Víctimas
Autor de la Ficha
Isabel YESTE NAVARRO
Bibliografía
  • ABAD ROMÉU, C. et al, Inventario de Bienes Histórico - Artísticos del Ayuntamiento, Zaragoza, 1995, p. 441.
  • AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA: Catálogo de Edificios y Conjuntos de Interés. Zaragoza, Ayuntamiento de Zaragoza, 2002 (www.zaragoza.es).
  • LABORDA YNEVA, José: Zaragoza. Guía de Arquitectura. Zaragoza, CAI, 1995, p. 301.
  • YESTE NAVARRO, Isabel: La reforma interior. Urbanismo zaragozano contemporáneo, Instituto Fernando El Católico, 1998, pp. 365-375.