A los Defensores del Reducto del Pilar (El título original de la escultura era: 'Por la patria 1808')

Milicia Víctimas
Autor/es
(Escultor)
Federico Amutio y Amil (1869-1942) se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y trabajó como arquitecto, pintor y escultor. Seguidor de Mariano Benlliure en este campo, su obra más elogiada fue Los hijos de Caín, adquirida por el Estado en 1890, tras obtener una medalla de tercera clase en la Exposición Nacional.
Emplazamiento
Glorieta de Sasera
Periodo
[1937-1975] Periodo Franquista
Materiales
Bronce
Dimensiones
La escultura: 1,90 x 1,10 metros (aproximadamente)
Cronología
1892(Modelo escultórico en yeso)
Promotor
La primera versión del yeso original ganó Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1892 y fue adquirida por el Estado, con destino al Museo Nacional de Pintura Escultura (Prado), por R.O. de 1 de diciembre de 1893 incorporándose a las colecciones del Museo de Arte Moderno desde su creación en 1898. Avanzado el siglo XX, su versión en bronce fue adquirida por el Ayuntamiento de Zaragoza, que primeramente la conservó en la Casa Consistorial, pero en 1963 la instaló como monumento al aire libre. En 1981 se urbanizó la glorieta con bancos y rejas y se colocó una fuente, que ha sido remodelada en 1993 y 1998.
Propietario
Ayuntamiento de Zaragoza
Inscripciones
POR LA PATRIA 1808(al frente en la peana de la escultura en bronce), POR LA VIRGEN / DEL PILAR / VENCER O MORIR / MDCCCVIII(grabado en el pedestal de piedra)
Originariamente representaba a dos combatientes anónimos de la Guerra de la Independencia; pero su actual ubicación y la inscripción del pedestal los ha convertido en defensores del reducto del Pilar, transformando en aragoneses a los héroes. La defensa del reducto del Pilar, tratada también en pintura (Federico Jiménez Nicanor), es uno de los episodios más heroicos del segundo sitio que los franceses pusieron a la ciudad durante la Guerra de la Independencia. Ha sido descrito con emotivos detalles humanos tanto por historiadores (Alcalde Ibieca hace referencia al tesón de los defensores, enardecidos a los gritos de ¡Viva la Virgen del Pilar! ¡Viva Fernando VII!) como por escritores, entre otros por Benito Pérez Galdós, en cuyo episodio nacional titulado Zaragoza incluye la famosa arenga: "¡Zaragozanos: morir por la Virgen del Pilar o vencer!".
En este mismo emplazamiento, al comienzo del Paseo de Sagasta, donde estuvo durante los Sitios la fortificación conocida como ¿Reducto del Pilar¿, situada ante el puente de Santa Engracia sobre el río Huerva, se inauguró en 1908 un obelisco dedicado A los defensores del Reducto del Pilar, obra del arquitecto Ricardo Magdalena, que llevaba inscrito en sus cuatro lados: 1808 . Zaragozanos: por la Virgen del Pilar. Morir o Vencer . 1908. A los defensores del reducto del Pilar. Primer Centenario de los Sitios. En la década de los sesenta fue reemplazado por esta escultura, acompañada de un par de cañones, transcribiéndose parcialmente aquella inscripción: concretamente el lema en honor de la Virgen del Pilar que en la Guerra de Independencia escribieron en un estandarte los defensores de dicha fortificación.
Durante el periodo de la Restauración se vive un particular auge de los motivos relacionados con la Guerra de la Independencia, cuyos episodios tratan de ponerse como ejemplo de ardor patriótico. Con frecuencia, están protagonizados por héroes populares y anónimos, con los que trata de establecerse una identificación moral, sentimental y política. El escultor, que concibe la pieza como un fragmento de una escena más compleja, recoge las tendencias realistas, tanto en la caracterización de los tipos y expresiones como, sobre todo, en la percepción de los detalles. No obstante, la unidad compositiva de las dos figuras que combaten es deudora de la tradición clásica, cuyo antecedente más inmediato es La defensa de Zaragoza (Madrid, Museo del Prado), de José Álvarez Cubero.
Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Objetos Fuentes Hombres
Piedra Metal Agua
Milicia Víctimas
Autor de la Ficha
Carlos REYERO
Bibliografía
  • ABAD ROMÉU, C. et al, Inventario de Bienes Histórico-Artísticos del Ayuntamiento, Zaragoza, 1995, p. 48.
  • Catálogo de la Exposición Internacional de Bellas Artes de 1892, Madrid, 1892, p. 194 (nº 1310) -El Liberal, 22 de octubre de 1892.
  • Catálogo del Museo de Arte Moderno, Madrid, 1899, p. 84 (nº 99)
  • Catálogo del Museo de Arte Moderno, Madrid, 1900, p. 104 (nº 10)
  • GARCÍA GUATAS, Manuel: "Monumentos conmemorativos" en FATAS, Guillermo (coord.) Guía Histórico-Artística de Zaragoza, Zaragoza, Ayuntamiento, 1982, pp. 315-316.
  • PANTORBA, Bernardino de: Historia y crítica de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en España, Madrid, 1980, p. 147.
  • RINCÓN GARCÍA, Wifredo: Un siglo de escultura en Zaragoza (1808-1908), Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, Zaragoza, 1986, p. 214.
  • REYERO, Carlos: La escultura conmemorativa en España. La Edad de Oro del monumento público, 1820-1914, Cátedra, Madrid, 1999, p. 452.
  • REYERO, Carlos: Escultura, Museo y Estado en la España del siglo XIX. Historia, significado y catálogo de la colección nacional de escultura moderna, 1856-1906, Fundación Capa, Alicante, 2002, p. 158 (nº 16).
  • TORRALBA SORIANO, Federico: "Catálogo de obras artísticas propiedad del Ayuntamiento de Zaragoza", Boletín Municipal de Zaragoza, 16 (1960), p. 17.